El pasado viernes 29 de abril actuaron en Babel Live Stage los miembros de Trallery, bajo el nombre de Metàl·lica, junto a los madrileños BlooM, que presentaban su prometedor primer disco, salido al mercado ese mismo día.
BlooM
Con el álbum Project 20 recién sacado (lo puedes escuchar aquí en Spotify), los jóvenes BlooM salen con confianza al escenario y empiezan a crear un ritmo con la batería, a la que se le van sumando guitarras y bajo, para formar una intro instrumental que les permite entrar en calor y marcar el tono.
Poco a poco la batería empieza a transmitirnos más y a ganar protagonismo para dar paso a Víctor, el cantante, que entra en escena intercalando partes melódicas con otras guturales. La canción va volviéndose más dura por momentos, terminando nuevamente con el predominio de la batería.
Para la segunda canción ya vemos cómo cada uno de los integrantes tiene su propia personalidad y la sabe mostrar, carismáticos, y con mucho movimiento y animación.
Cuando terminan, enganchan el sonido de las guitarras para comenzar con el tercer tema. En este, especialmente por mi dificultad para entender la letra de esas partes melódicas cantadas en inglés, se echa en falta algo más de caña, a pesar de tener unos riffs muy duros y pesados. Sin duda es preferible aprenderse las letras antes.
El comienzo de Circles instead of lines es lo mejor del concierto hasta el momento. El trabajo del vocalista en este tema es buenísimo. El grupo tiene mucha proyección y margen para seguir creciendo debido a su juventud, debiendo ser tenidos en cuenta ya en el panorama del metal progresivo nacional por temas como este.
Las canciones hasta ahora tienen, hacia el final, un parón y continuación. Esta continuación, corta, es una especie de resumen de la propia canción, que va a lo esencial y la mejora.
Siguen con el nivel a tope en la siguiente: Toxic garbaje. Al terminar, nos cuentan que ya están componiendo para lo que será su segundo álbum y continúan con Miasma. Los efectos de la guitarra hacen que esta canción tenga una atmósfera diferente y renuevan el interés de los asistentes.
El tipo de música que interpretan, progresiva y con grandes cambios, hace que, a veces, la diferencia entre canciones sea tan grande como la que se da dentro de ellas, haciendo difícil distinguir si siguen en la misma canción o han pasado a la siguiente. Y a mí personalmente me encanta cuando un solo tema tiene tantos matices.
La última canción es un ejemplo de lo que está por venir, pues forma parte de lo que será el repertorio del anunciado segundo álbum. Nostalgica se llama, y sigue en la línea de lo oído en su primer disco, por lo que merecerá la pena hacerse con él.
Si valoramos el trabajo de BlooM, vemos que claramente no han alcanzado su techo. Por lo demostrado en esta actuación, el encaje de los miembros es total y cada uno domina y ejecuta su papel a la perfección. Sin embargo, da la sensación de haber sido poco ambiciosos, y que han ido a lo seguro con las composiciones, como si tuvieran miedo a solos más largos o más efectos y arreglos, que, sin duda, son capaces de hacer. Y es que las partes buenas son muy buenas.
Metàl·lica
A Trallery, tal y como ellos mismos explican, a veces les gusta reunirse para homenajear a la banda norteamericana de trash metal Metallica, y de paso reencontrase con su propio origen como grupo.
Nada más comenzar con su actuación, la gente se revoluciona. Y es que la selección de himnos a los que rinden tributo son un buen pedazo de historia de la música.
El trabajo de adaptación, pasando de los 4 componentes a solo 3 (prescindiendo de una de las guitarras) respecto a Metallica, es destacable, pues el sonido que consiguen no se aleja apenas del “original”.La voz de James Hetfield es lo más complicado de replicar, pero al público parece no importarle. Más teniendo en cuenta que Metallica no iba a ir un viernes cualquiera a tocar a Alicante. Aunque si cierras los ojos en una parte instrumental, estás en uno de sus conciertos.
La verdad es que la batería es impecable. La digitación de la guitarra es muy limpia y el sonido perfecto. De hecho, en algunos solos, la gente para y simplemente observa para apreciarlo mejor. Y el bajista/cantante hace lo suyo y aún tiene tiempo para hacernos gestos y animar a la gente a bailar, cantar y saltar.
Se nota que les gusta porque han perfeccionado su imitación y tocan con mucha complicidad.
Después del el anunciado como último tema, la gente, insatisfecha, pide más. Y Metàl·lica le da lo que quiere. Y entonces comienza la locura. Algunos de vosotros ya lo habréis visto, otros lo habréis hecho, y otros, como yo, no teníais ni idea de ese fenómeno: de repente, se forma un espacio en el centro de la pista para que no uno ni dos, sino un buen puñado de personas, se tumben en el suelo y empiecen a “remar”, como si estuvieran en un barco vikingo. Una variante de los típicos empujones del Wall of death menos agresiva.
Fade to black, Orion, Master of puppets, Nothing else matters, One… una lista perfecta con la que recorrer la historia de la banda.
Os dejamos las fotogalerías de la noche, con fotografías de @miriamgilalbert