15 años atrás, Thomas Höpker —fotógrafo alemán de la agencia Magnum— retrató sin saberlo la escena previa al primer concierto de la octava edición del Ciclo de Conciertos Singulares ATIENDE!. Para ser más exactas, la escena de las ocho y media muy pasadas del sábado 17 de octubre en el patio del Centro Cultural Las Cigarreras. En la instantánea de Höpker, una pareja echada y una mujer sentada sobre las baldosas —del también patio— del MoMA. El sábado, un matrimonio y yo, pero de pie. Las primeras asistentes al concierto de Yugen Blakrok.
Di con la sospechada obra del fotógrafo en una cuenta aesthetically pleasing de Instagram. Descontenta por no haber encontrado su título, la renombré: Tablero mudable de piedra. Un guiño al flujo; los cambios. De algo así hablé con Blakrok.
Más de 40 personas y un gatito pelirrojo ocuparon un asiento en la Caja Negra. No se alcanzó el límite de 50. Tampoco lo hizo el grupo de rock de la noche anterior, según el vigilante de seguridad. La habitación hizo juicio a su nombre alrededor de las diez menos cuarto. El cañón de humo densificó el espacio y caí en la perspectiva cósmica; la homología entre aquella sala y el todo. La misma visión que traza un paralelismo entre las arrugas de vejez y la corteza de un árbol.
Los focos dieron luz que transformé en fractales y dos siluetas produjeron los primeros sonidos: Ralph Louis Smit a la trompeta —y otros instrumentos como la melódica— y Kanif the Jhatmaster, beatmaker. La MC del conjunto, Yugen Blakrok, remató el cuadro. La exaltación del público iniciada por un «Good evening, women and gentlemen. My name is Yugen Blakrok» iría presumiblemente in crescendo con el transcurso del show.
El repertorio musical lo protagonizaron —sobre todo— los temas de su segundo y último álbum, Anima Mysterium (2019). La artista creció acompañada por la «sabiduría ancestral» sudafricana. Conocimiento que, sumado a su aprendizaje sobre otros sistemas de creencias, dota a sus letras de una vibra mística y oscura. La interpretación de los temas se entremezcló con interacciones constantes en inglés con el público; o como ella nos llamó, «familia». A mitad del espectáculo; «ahora que ya nos hemos conocido», nos invitó a respirar hondo. La «familia» hizo mutis, Ralph y Kanif dirigieron la instrumental, y Yugen bailó en silencio.
La rapera tejió una conexión innegable con nosotras durante y tras la actuación. Conmigo se prolongó en nuestra conversación post-concierto, en la que corroboré que ese lazo no había sido simple impresión individual y que ella también lo había percibido.
«¿Pensamientos, sentimientos tras el concierto?», le pregunté. Sintió mucho alivio por haber logrado la conexión y expresó, «esta noche ha sido particularmente muy agradable, y sincera, y cálida. Lo sentí desde el escenario, más que a las luces». En palabras similares a las de la artista, la escena underground le permite, más que cualquier otra cosa, observar cómo sus letras afectan a alguien y, de esta forma, realizar un ejercicio de introspección a partir de la reacción de terceras.
A pesar de la robusta presencia de la industria mainstream; producto de la globalización, Blakrok descarta de una que le sea complicado mantener su estilo: «Oh, *prf*, es bastante fácil». La rapera siente atracción por las artistas que son muy buenas técnicamente; esa mentalidad del old school de los 90, y simpatiza con la fusión de géneros y con las personas que emergen con un estilo completamente original y teatral. Yugen también sigue muy de cerca a mujeres artistas como Dynasty o Lyric Jones, ambas con una perspectiva «plenamente consciente de las políticas de género» con las que se niegan a conformarse.
Entre todo lo conversado; y muchísimo más que daría para otra pieza del estilo, la artista tiene clara su prioridad: «Lo más importante es ser sincera contigo misma; la persona que eres ahora mismo. Cambia constantemente. Eso es lo que yo recomendaría. Sé fiel a ti misma en el momento».
*Más fotografías en nuestro perfil de Flickr.
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No me gustaría publicar el borrador sin mencionar un instante entrañable con Yugen que ejemplifica la sensación de saber que estás donde quieres estar.
Una mujer que acudió al concierto con un gatito interrumpió la entrevista con la MC:
Mujer: Merci! Aur revoir!
YB: Merci a vou! Aur revoir!
Mujer: See you next time… See you later!
YB: See you later!
Blakrok regresa a nuestra conversación y comenta con un gesto de plenitud: «Oh… This is so much better».