Hace poco más de un mes, tuve la suerte de poder hablar con Tamaraxty, una diseñadora gráfica que enfoca gran parte de su trabajo a la música, lo cual me dio la oportunidad de tratar el tema de la importancia que solemos dar los consumidores a los diseñadores, cuando hablamos de industria musical.
Gracias a esto, me puse a pensar en otro trabajo muy relacionado con la industria que por lo general se suele pasar por alto y que en muchas ocasiones no tiene el reconocimiento que se merece: la fotografía.
El trabajo de los fotógrafos, lo vemos continuamente en carátulas, carteles, posts en rrss, y en todo tipo de promoción y marketing de los cantantes y grupos del panorama. Por esta razón, me pareció buena idea darles, desde mi humilde posición, un hueco donde poder tratar su figura y su trabajo. Y qué mejor manera de hacerlo, que hablando con una de las fotógrafas que más esta creciendo en los últimos años en el panorama, y que está empezando a hacerse un nombre: Flor Mtnez.
Tal vez, sin ni si quiera haberos dado cuenta, navegando por Instagram, hayáis visto decenas de fotos tomadas por Flor en discotecas de nuestro país, en las que retrata a los artistas en su punto más álgido, en el escenario. Y es que esta fotógrafa, a pesar de que tiene la disponibilidad y el talento para hacer diversos tipos de fotografía, actualmente a lo que más se dedica es a tomar fotos de los cantantes mientras están actuando, tratando de reflejar toda la emoción y la energía del momento.
Siendo esta una profesión a la que todavía no estamos acostumbrados en España, lo primero que quise preguntarle al hablar con ella fue cómo llegó hasta ese punto, en el cual pudo empezar a dedicarse profesionalmente a tomar este tipo de fotos.
Flor me cuenta como, desde siempre, ha sido una adicta a la cámara, viniéndole esta afición de su familia y llevándolo siempre dentro.
De forma similar, la música siempre había sido también su otro gran amor, lo cual le llevó, inevitablemente, a fusionar las dos facetas.
De esta manera, se le ocurrió la idea de ponerse en contacto con artistas antes de que vinieran a Valencia a actuar, donde estaba estudiando, con la intención de poder realizar sesiones fotográficas con ellos. Estas fotografías, que en un principio eran para ellos, también le servían a ella, ya que eran los primeros elementos de su “portfolio”, los que le ayudaron a empezar a hacerse un nombre.
Poco a poco, con trabajo duro y con buenas ideas para promocionarse, fue consiguiendo que cada vez más artistas se interesaran por su trabajo, llegando finalmente en el punto en que está ahora, en el cual ha podido fotografiar a artistas muy influyentes tanto de dentro como de fuera de España.
Dado que ya forma parte plena de la escena, siendo conocida por nombres importantes y habiendo trabajado con muchos de ellos, quise preguntarle sobre su opinión acerca de la posición y consideración que tienen los fotógrafos en el panorama musical actual, algo que, en mi opinión, puede ser muy revelador para empezar a darles la importancia que se merecen.
Para Flor, la primera idea que aparece en su cabeza es que la posición del fotógrafo está infravalorada. En su opinión, el hecho de que hoy en día cualquier persona tenga un teléfono, y que por tanto cualquier persona pueda tomar una foto en un show o en un concierto, ha hecho que la figura del fotógrafo se desvalorice en los últimos años.
Antes, la función del fotógrafo podía ser simplemente demostrar que algo había ocurrido, dar una prueba para el resto de personas que no habían podido asistir de que un artista había actuado en un determinado lugar, o de que ese concierto finalmente se había realizado.
Ahora, esas pruebas ya existen, a causa de los móviles y las redes sociales, por lo que la función del fotógrafo y su trabajo debe ser mostrar la imagen que el artista desea, algo que refleje lo que el cantante representa, que debe ser profesional, cuidado y trabajado.
Flor refleja una idea y una concepción del trabajo muy interesante, y es que para ella, cuando un fotógrafo y un cantante/grupo se juntan, el trabajo es una colaboración, en la cual las dos partes deben poner esfuerzo y dedicación. Es ahí donde muchos artistas pecan, en pensar que el trabajo de las fotógrafas es innecesario, lo cual les hace perder una gran oportunidad que podría beneficiar a su imagen.
En su experiencia, el mayor problema lo encuentra en la falta de reconocimiento. En muchas ocasiones, reconocer el trabajo de alguien es tan fácil como mencionarlo, adjuntar su cuenta profesional, o recomendar su trabajo. Sin embargo, por desgracia es demasiado común ver cómo muchos cantantes y grupos se “olvidan” de quién es la persona que está detrás de sus fotografías.
En muchas ocasiones, afirma Flor, parece como si el trabajo del fotógrafo no valiera y éste tuviera que ir siempre detrás, como si ambas partes no estuvieran al mismo nivel y uno trabajara “para” el otro, y no “con” el otro.
Aún así, lógicamente, también hay artistas que sí que respetan el trabajo de los fotógrafos, incluso aquí en España estamos empezando a ver como algunos cantantes tienen su propio fotógrafo personal, que los acompaña en las giras y con quien trabajan continuamente, algo que ya se veía en otros países desde hace años.
Lo cierto es que, cuando hablas con Flor, en seguida puedes notar el amor que siente por su profesión y la pasión con la que trata ciertos temas que realmente vive.
Por esta razón, quise preguntarle cómo concibe ella su trabajo a la hora de fotografiar un show, y cómo cree que es su dinámica de trabajo.
Me cuenta, como ella misma ha notado que ha ido evolucionando en los últimos años, especialmente en los resultados que busca. Ahora, tiene ciertos aspectos mucho más definidos, que si no se cumplen no siente como si estuviera realizando un trabajo propio.
Dice, que también ha notado cómo los artistas perciben esa profesionalidad y ese cuidado a la hora de tomar las fotos, cómo antes le costaba hasta “convencer” a un cantante para trabajar con él, y que ahora ese proceso es mucho más fácil y natural.
El tener ya un portfolio y una serie de trabajos exitosos detrás, hace que los artistas también confíen más en ella, y que tengan pruebas reales de lo que es capaz de hacer si se le deja trabajar libremente.
Según su propia experiencia, lo mejor es dejar que el artista haga lo suyo en el escenario, y que sea ella la que se vaya moviendo de aquí para allá, tratando de encontrar siempre el momento idóneo sin interrumpir nada ni alterar el show.
Toda esta experiencia, ha hecho que pase de realizar muchísimas fotos en cada concierto, a pasar al punto en el que se encuentra ahora, en el cual está tan acostumbrada a captar el mejor momento perfecto que solo necesita unos pocos intentos.
En estos momentos, lo que trata de transmitir es la energía más pura de lo que se está viviendo en el local, el ambiente que la rodea, y la personalidad del artista musicalmente hablando, si es más sensible, más duro, más reservado, …
Lo más importante, para ella, es que exista una comunicación entre ambas partes, para que así no prevalezca el estilo de uno en frente del otro. Por ejemplo, cuando las fotos son en concierto, la que toma las riendas es Flor, ya que es la que decide qué momento captar y sobre todo cómo captarlo. Sin embargo, cuando las fotos son en el backstage, el artista puede decidir cómo posar, las perspectivas, y en definitiva la imagen que quiere mostrar.
Lo más importante, es captar lo que quiere transmitir el artista, sin dejar de perder su estilo.
Por último, como ya es costumbre, quise preguntarle sobre cómo ve su futuro profesional, y si hay algún proyecto que ya tenga en mente.
Algo que le gustaría que cambiase en lo personal a Flor en un futuro, es cómo suele prejuzgarla la gente por ser mujer y de 25 años. A pesar de que ya cuenta con numerosos proyectos y colaboraciones con artistas muy importantes (Young Thug, Rauw Alejandro, Bad Gyal, Pierre Bourne, Rels b, …), todavía se encuentra con muchas situaciones en las cuales tiene que hacer el triple de esfuerzo solo para ganar una credibilidad que ya debería tener tan solo con su trabajo.
En este mundillo, me cuenta, lo que realmente mira la gente es al artista al que le has hecho fotos, y no cómo están hechas, lo cual no debería ser así, ya que se debería valorar más el talento y la habilidad que el objetivo de las fotos.
Por otra parte, en cuanto a proyectos, lógicamente este año se ha visto truncado en gran parte por el Covid, lo cual ha privado a Flor de muchas colaboraciones con empresas y artistas importantes que podrían haberle hecho ganar popularidad y traspasar barreras.
Sin embargo, Flor se muestra positiva en este aspecto, y es consciente de que esos futuros proyectos no han desaparecido, sino que simplemente se han pospuesto.
Lo cierto es que, tras haber hablado con ella en numerosas ocasiones, puedo decir que, para lo joven que es, esta fotógrafa promete deleitarnos con muchos trabajos que harán las delicias de todas aquellas personas que realmente amen la música, y que disfruten de los conciertos, los backstage y todo lo que la envuelve.
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