Jim Morrison es un personaje que, dentro del mundo del rock psicodélico de los 60 y 70, ha resultado muy llamativo en todos los sentidos. Además de haber sido el vocalista de los Doors con todo el espectáculo que eso conllevó, también fue un poeta y un icono del movimiento hippie. Su figura ha sido tanto criticada, como idealizada. Él consideraba que estaba en un plano distinto al resto de mortales: era como un chamán que guiaba en viajes psicodélicos al público de sus conciertos para liberar a la gente de su limitado modo de ver y sentir la vida (así lo describe Alberto Manzano en su libro).
El terror de las mujeres
Fue también un sex-symbol que se dio cuenta del peso que tenía la estética y lo que hoy conocemos coloquialmente como “ser del rollo” en la industria de la música, por lo que en sus últimos años se descuidó su barba y su cuerpo para dejar de resultar atractivo a ojos de las fans. Fue desde luego un personaje sensible, un gran poeta, un revolucionario y un chamán en los tiempos de experimentación con las drogas y el amor libre de los años 60, aunque también cabe destacar desde un punto crítico que mantuvo relaciones afectivas bastante conflictivas ligadas a conductas nocivas y de maltrato.
¿Sabes qué?
El libro de Alberto Manzano sobre la vida y la carrera de Jim Morrison me ha abierto la mente a investigar más acerca de este artista y su contexto musical, tanto por su estilo e influencias como otras bandas del momento que he descubierto gracias a la lectura. También aparecen en el libro las letras tan poéticas e incluso paranoicas que escribió Jim Morrison a lo largo de su carrera, desde sus comienzos hasta su muerte prematura a los 27.
¿Sabéis que poco después de las muertes de Jimi Hendrix y Janis Joplin, él brindaba cuando se iba de copas y decía que sería el tercero en morir del club? Hay también muchas curiosidades que se puede o no esperar de un personaje como fue Jim Morrison.
¿Por qué leer periodismo musical?
Leer biografías y trabajos de periodistas musicales es una forma interesante de investigar por tu cuenta acerca de un artista, banda o aspecto que te apetezca conocer. Aporta además una visión crítica como es en este caso, pues consigues ver tanto los aspectos que se idealizaron de aquella década de liberación como la parte oscura de la influencia de las drogas en el mundo de la música. Así que, en definitiva, recomiendo su historia relatada por Alberto Manzano al igual que os recomiendo leer trabajos de periodistas musicales, siempre desde un punto de vista crítico, ya que la música evoluciona siempre con la historia y la ideología.