Roberto “Robe” Iniesta, líder de la banda Extremoduro, estuvo el 16 de octubre en la Plaza de toros de Alicante haciendo una parada de su gira Ahora es el momento.
Después de la polémica por las suspensiones y cancelación de la gira con su, crucemos los dedos, todavía banda, y entendiendo que la mayoría de sus fans han llegado a su obra en solitario naturalmente desde ella, uno esperaría cierta reticencia a la hora de apoyar lo que parece un movimiento oportunista (aunque totalmente comprensible dadas las restricciones aún vigentes versus las necesidades que la gira de Extremoduro conlleva). Más aún al pasar de afirmar tajantemente que dicha gira (recordemos, de despedida) se llevaría a cabo, a “no estar tan seguro”. O cuando, en medio de todo esto, utilizó los canales de comunicación de Extremoduro para promocionar su gira como Robe. Nada más lejos, Las entradas, que salieron a la venta tan solo 15 días antes de la actuación, se agotaron en unos pocos días. Y es que lo que tiene de reprochable en lo personal y profesional, no lo encuentras en lo musical.
Su último trabajo, Mayéutica, es sin lugar a dudas su mejor obra. Concebida como la continuación del disco de Extremoduro La ley innata (2008), guarda más similitudes con la esencia de esta banda que con sus trabajos en solitario anteriores. De hecho, si hubiera sido escrito para grabarlo como Extremoduro, no sorprendería a nadie.
Primera parte
A las 21:39 se apagan las luces. La gente, sentada, en el ruedo, así como en los tendidos, dirige toda su atención al escenario. El logo de Mayéutica, gigante, proyectado contra el telón de fondo, se abre en dos y van saliendo, acompañados de la ovación de los asistentes, Lorenzo González (bajo y coros), Alber Fuentes (batería), Álvaro Rodríguez (teclado), Woody Amores (guitarra), David Lerman (clarinete, bajo, saxo), Carlitos Pérez (violín) y, finalmente, Robe, vestido a su estilo y con la guitarra en las manos.
Tras una pequeña introducción instrumental, arrancan con Hoy al mundo renuncio. A Robe le cuesta toda la canción entrar en calor, dando la sensación de haber salido desganado para poco a poco alcanzar su mejor nivel.
Tras la canción, empieza Robe con los acordes de Guerrero y el resto le sigue. La voz y la batería tienen mucha presencia, destacando por encima del resto de instrumentos. Al acabar, bailecito y beso para el público, que se vuelve loco. Robe deja el escenario y salen al frente el clarinete y el violín, siendo lo único iluminado. Interpretan Si te vas…, primer tema de Extremoduro, volviendo la luz al escenario con las primeras sílabas de Robe.
De manera urgente y Contra todos son las siguientes. En este punto, el sonido es magnífico. La interpretación individual de cada uno es inmejorable, y el conjunto se encuentra engranado de tal manera que todo está en primer plano, sin quedarse ningún instrumento amortiguado.
Tras un momento de calma, Robe se acerca el micrófono para contarnos cómo deberían ser las utopías. Para él, cuanto más difíciles de lograr, mejor. Y si son imposibles, mejor aún, porque “en el fracaso tendrás también la gloria”. Suena El camino de las utopías, con buenos solos de guitarra y violín.
Vuelve a Lo que aletea en nuestras cabezas con Un suspiro acompasado. Y a partir de aquí, un in crescendo casi perfecto de intensidad y buena acogida del repertorio, en el que al público le resulta cada vez más complicado no moverse ni levantarse.
La siguiente canción solo necesitó un par de notas para levantar a todo el mundo y ponerlo a cantar: So payaso. Una de las más sobrevaloradas de la carrera de Extremoduro, pero, quizás, la más universalmente conocida. Valoraciones personales a parte, no sonaba a Extremoduro por la configuración de la banda y un sonido más sofisticado que la original de 1996.
Después de los aplausos, Robe vuelve a dirigirse al público: “existe una ley no escrita sino innata”: Dulce introducción al caos. Muy bien acogida también, pero el guitarrista no es Uoho ni suena como él. Al acabar su parte vocal, de una patada tira el micrófono al suelo para terminar centrado en la guitarra.
Tras algo más de hora y diez minutos, paran para tomar un descanso de 15, 20 o 25 minutos, “lo que haga falta”. La gente empezaba a impacientarse, fueron 36 minutos.
Segunda parte: Mayéutica
Tras el descanso, ya habiendo calentado debidamente, empezaría lo que fue la interpretación integral de su último disco, concebido como una sola canción dividida en interludio (a modo de unión con La ley innata), cuatro movimientos y una coda. Y que todo el mundo parecía conocer perfectamente pese a haber sido lanzado en abril de este mismo año.
Interludio, Primer movimiento: después de la catarsis, Segundo movimiento: mierda de filosofía, Tercer movimiento: un instante de luz, Cuarto movimiento: no soy dueño de mis emociones y Coda feliz.
En resumen: Extremoduro con violín. O un intento que se le parece.
A partir del segundo movimiento, la mayoría de los espectadores dejaron de sentarse. El trabajo de Lorenzo González con los coros fue sencillamente espectacular. Al final del cuarto movimiento llegó la apoteosis del público, con cantos, silbidos, bailes… Hasta que acabó la locura con la coda.
Durante Mayéutica, los efectos de iluminación del escenario tuvieron también su protagonismo. Sin ser malos en el resto de las canciones, aquí se notaron más cuidados y pensados específicamente para cada instante, teniendo su parte de responsabilidad en la magnificencia de este tramo del espectáculo.
Cierre
A las doce y veinte de la noche, salen los músicos un par de minutos para marcar lo que sería la última etapa del concierto.
Robe comienza a declamar los versos introductorios de Standby, a los que le siguió el propio tema. La gente daba el 100%, sabiendo que podía ser esta una de las últimas ocasiones de escuchar en directo canciones tan importantes para la historia del rock español. Para exaltar aún más a las masas, los músicos continúan con La vereda de la puerta de atrás. Aquí vuelve a notarse que es una versión, pero, aun así, Woody Amores causa expectación con el solo, y se lo arroga. Demasiado protagonismo del violín, nada malo si sabes que estas escuchando a Robe, pero se hace raro.
En un concierto tan bien planeado, tan bien ejecutado, llegó el único tropiezo de la noche: …Y rozar contigo. No es que la canción en sí tuviera ningún fallo, pero en el momento en que llegó, digamos, no pilló a todo el mundo en la misma onda. Cortó tanto el rollo que hubo gente que volvió a sentarse con cierta desilusión.
Pero en seguida se les pasó. Con el primer “ama”, quedó claro que ese era el final, y por eso todo el mundo, artistas y público, echaron el resto. Ama, ama, ama y ensancha el alma, un himno imperecedero de Extremoduro, recuperado de su disco Deltoya y con letra de Manolo Chinato.
Destrozaron cualquier expectativa, por alta que fuera. Los directos de Robe pre-Mayéutica y post-Mayéutica son dos productos muy, pero que muy diferentes.
A destacar lo bien conjuntados que suenan todos los instrumentos, teniendo solo por momentos puntuales el protagonismo cada uno de los intérpretes. Ciertamente, no se le puede poner un pero a su entrega. Ojalá ese nivel en la futura gira de Extremoduro, nos lo merecemos.
Os dejamos el setlist completo y a continuación la galería con las fotos de miriamgafoto
Setlist:
1 Hoy al mundo renuncio (Destrozares, canciones para el final de los tiempos, 2016)
2 Guerrero (Lo que aletea en nuestras cabezas, 2015)
3 Si te vas… (Material defectuoso, 2011)
4 De manera urgente (Lo que aletea en nuestras cabezas, 2015)
5 Contra todos (Lo que aletea en nuestras cabezas, 2015)
6 El camino de las utopías (Para todos los públicos, 2013)
7 Un suspiro acompasado (Lo que aletea en nuestras cabezas, 2015)
8 So payaso (Agila, 1996)
9 Dulce introducción al caos (La ley innata, 2008)
(Descanso)
Mayéutica, 2021:
10 Interludio
11 Primer movimiento: después de la catarsis
12 Segundo movimiento: mierda de filosofía
13 Tercer movimiento: un instante de luz
14 Cuarto movimiento: no soy dueño de mis emociones
15 Coda feliz
(Pausa)
16 Standby (Yo, minoría absoluta, 2002)
17 La vereda de la puerta de atrás (Yo, minoría absoluta, 2002)
18 …Y rozar contigo (Lo que aletea en nuestras cabezas, 2015)
19 Ama, ama, ama y ensancha el alma (Deltoya, 1992)