Tras más de año y medio de parón obligado por la pandemia, la banda isleña Saurom trajo todas sus ganas y energía acumulada a Alicante el pasado 20/06/21.
Con la puntualidad a la que nos tienen acostumbrados en el Auditorio de Muelle 12, a las 20:00 de la tarde del domingo, aparecieron los seis juglares en el escenario. Narci a la guitarra rítmica, Raúl con la solista, Antonio en la batería, José Antonio al bajo, Miguel Ángel con su voz y Santiago en los teclados.
Comienzan su espectáculo con Amanecer, y pronto notamos, como suele ocurrir, que lo melodioso de sus últimos trabajos adquiere un tono mucho más duro en directo, recordándonos al sonido más heavy que alcanzaron con su Juglarmetal, sin perder su característica esencia folk.
Continuaron con Irae Dei y El laberinto de los secretos. En La leyenda de Gambrinus, Narci interpretó a la perfección la pegadiza melodía con la flauta travesera mientras que Santiago le acompañó con el acordeón, consiguiendo traer a los espectadores unas sensaciones pocas veces ofrecidas en ningún otro estilo musical.
Mientras el grupo sigue a lo suyo, detrás de ellos, en pantalla gigante, le acompañan los videoclips de cada tema y otros montajes visuales que completan aún más su puesta en escena.
Ahora aparece Narci con un violín y empieza a sonar Músico de calle mientras el público, muy animado toda la tarde, se viene arriba. Le siguen El queso rodante y Noche de Halloween, con Narci a la flauta, esta vez, de pico.
En La mujer dormida empieza a apreciarse la ambientación provocada por el humo, gracias a la caída del sol. Lo mismo ocurre con la iluminación del escenario, que paulatinamente va adquiriendo más fuerza. Nuevos cambios de instrumentos: Narci a la gaita y pandereta y Santiago a la flauta para tocar Cambia el mundo. Volviendo al violín, el vocalista agarra su guitarra acústica y nos transmiten un mensaje importante con ¡Vive!
Cambia Miguel su guitarra por una eléctrica y ponen al público en pie con Salta, la más festiva hasta el momento.
Controlando el ritmo y las emociones de la tarde magistralmente, pasan a tocar una balada, Soñando contigo, que en seguida el público reconoce y corea.
Con la esperanza de que la situación actual mejore, y aunque los asistentes estén sentados y separados, nos confirman que igualmente van a hacer un fiestón para que lo disfrutemos.
Nueva balada, esta vez más cruda, Cuando nadie nos ve, que sobrecoge a los fans y los mece de un lado a otro.
Vuelven a coger fuerza con Vida, La batalla con los cueros de vino, Sueños perdidos y El Lazarillo de Tormes. Con La musa y el espíritu vuelven a marcar un nuevo nivel en la interpretación de sus temas, pasando a ser la mejor de la tarde con la magnífica utilización del doble bombo de Antonio, sonando mejor que en estudio.
Tras lo recorrido, se acuerdan de los que se han ido y nos vuelven a recordar que es el momento de aprovechar la vida.
Empieza entonces una última fase de pura fiesta y energía con El carnaval del diablo y El círculo juglar. Paran para que hagamos la ola en todas las direcciones y se presentan. Las luces y el humo son más visibles, mientras los últimos rayos de sol continúan llegando desde el horizonte. Pero empieza a parecerse a un concierto de noche “de verdad” (aun estando sentados).
En la recta final, Santiago sale al frente con el acordeón mientras el resto baila alrededor de él, y, con toda su artillería, Saurom nos canta La posada del Póney Pisador y, tras una hora y cuarenta y cinco minutos, terminan con La taberna.
El público queda con ganas de más mientras la banda se lo agradece y se despide esperando volver pronto. Al terminar, podemos asegurar que ha sido un concierto especial, realmente importante para el grupo, en el que todos han estado dando lo mejor que tenían y cumpliendo con las más altas expectativas, tocando y cantando con el corazón, y en un estado de forma increíble. La energía de bajista y baterista y el virtuosismo en los diferentes instrumentos del resto nos dejan con la sensación de haber vivido algo extraño, casi como un sueño, por lo poco frecuente y el tiempo que llevábamos esperándolo, que nos ha pasado por encima arrollándonos.
Tenéis más fotos del concierto en la fotogalería de nuestra fotógrafa @miriamgilalbert