Crónica hecha por Angel González
Por fin pudimos disfrutar del concierto de Sidonie aplazado anteriormente por causas climatológicas y que un 1 de mayo día del trabajador, pudimos resarcirnos de esa mala noticia saliendo el mejor día posible y eso en Alicante es sol y playa, mejorándolo aún incluso con ellos. Se agotaron todas las entradas y la gente quería gozar de buena música acompañado de una buena birra.
Empezamos con Marc Ross cantando en acústico Los coches aún no vuelan, para después dar entrada a Jesús (Bajista) y a Alex (batería). Mostrándonos de la mejor forma el último disco y la primera novela del cantante «El regreso de ABBA» ambas con el mismo título.
El primer hit que sonó fue ese Fascinados que hizo que mucha gente del público se levantase olvidando las restricciones por un segundo, le siguió Maravilloso haciendo que el tren musical no parase y dándonos con cada letra su mejor abrazo. También pudimos oír esa versión de Gracias a la vida que sale en el último disco, introduciendo en ella algunas frases de una canción de The Doors, «Riders on the Storm».
El sonido sonaba genial y el único pero que puedo decir son las rachas de viento que aparecieron al empezar, pero que a mitad del concierto con la canción «El peor grupo del mundo» se disiparon. Hubo un pequeño descanso para que ellos se hidratasen y el público pudiera hacer un pis. Volvieron al escenario con «Me llamo ABBA» volviendo otra vez con otro hit, haciendo que la gente que seguía haciendo cola para ir al aseo la cantase y bailase como podía, olvidándose de su necesidad biología y centrándose en la auditiva.
Después fuimos por caminos donde gritamos por todos los días de mierda o mejor dicho al año de mierda que hemos tenido, haciendo de ello una Oda al 2020. Las siguientes fueron El incendio, Mi vida es la música y Siglo XX para despedirnos de ellos y de lo que ha sido un perfecto sábado, acompañado de risas, cerveza y sobretodo de música, mucha música. Que es la que salva a mucha gente día tras día. Ha sido un placer poder disfrutar de Sidonie, solo nos queda poder disfrutar de los conciertos como siempre, donde las únicas restricciones sean olvidarse de lo malo y vivir en sus Carreteras Infinitas.