Dieron las 18:00 horas de la tarde cuando arrancó el concierto de Kutxi Romero. En el escenario se aprecian cuatro guitarras apoyadas sobre sus atriles. Me encuentro sentada casi en la última fila. Esta me hace apreciar la magnitud del escenario y el atardecer, que se encuentra a mi izquierda, haciendo el lugar mucho más ameno y apacible.
Aparece Kutxi con su legendario sombrero. Quién sabe cuántos conciertos le habrá acompañado. A su izquierda se encuentra Pete Marco (Pasternak) y a su derecha Juanito Lorente (Bocanada).
Saluda sorprendido por la acogida y calidez del público, que en tiempos de covid cuesta tanto transmitir. Acto seguido comienza la función contando de dónde viene, “de un quejío y del estruendo, de Montoyas y Tarantos… de un entierro por la tarde de los duelos que vendrán”. Y en ese mismo momento, los aplausos acompañan a la atmósfera, dejando que la voz ronca de Kutxi cante la primera canción que da pie a la Noche Mediterránea del 31 de octubre: ‘Vengo del mercado’.
“Aquí estamos sentadicos. Vamos a intentar ser libres, escuchando y tocando canciones. Este aplauso es para ustedes y por haber venido”, manifiesta Kutxi al terminar de cantar.
‘Mierda en las tripas’, ‘Nicotina y alquitrán’, ‘Silencio’ y ‘Como quien pide Tabaco’ son las primeras canciones en sonar. Entre tema y tema siempre se cuela un monólogo. “Juanito empiézala tú, a tu rollo” y es entonces cuando Juanito Lorente comienza a tocar con su guitarra y a hacer que los arpegios resbalen por sus dedos, mientras Kutxi nos deleita con ‘Los mismos clavos’ y el público acompaña, fundiéndose su voz con el resto.
Termina esta mítica canción y es entonces cuando Kutxi quiere hacer mención a un artista poco conocido. Nos cuenta que hay que visibilizar y apoyar a los pequeños artistas y que por eso versionará la siguiente canción en honor a él. Rápidamente menta a Enrique Villareal. En un principio no caí que era El Drogas hasta que comenzó ‘Azulejo Frío’. Termina la canción y el público enloquece. “Vais a oír hablar de él muy pronto, ya veréis”, comenta Kutxi Romero. La verdad es que desconocía su faceta cómica.
Los soliloquios siguen y cuenta cómo escribió ‘Corazón equino’, la historia de levantarse una mañana y encontrarse la cabeza de un caballo en la cama, en honor a El Padrino.
Tras una hora de concierto, comienzan las canciones de Marea o, como el cantante detalla, “de la mejor banda de rock”. Canciones como ‘Ciudad de los gitanos’, en la que Kutxi Romero extrae una parte del ‘Romance de la Guardia Civil Española’, un poema extenso del Romancero Gitano de Federico García Lorca, a quien Kutxi “admira mucho”.
Tras tres canciones de Marea, llega el momento de la música pop. Kutxi Romero dice que cuando era joven le daba vergüenza que el mundo supiera que escuchaba pop por lo que lo hacía a escondidas, como si de un delito se tratase. Ahora los tiempos han cambiado y siendo quien es, puede cantar lo que le dé la gana. Suena un Sol de guitarra y desembucha un ‘Aunque tú no lo sepas’. Todos cantando y felices, siguiendo la letra de Quique González.
Llega la última canción, una canción de Rosendo, ‘Qué Desilusión’. Y sí, “era una simple canción y me sentía mejor”.
“Sois más grandes que la luz del día”, suelta Kutxi cerrando así el concierto. Y todos los que estábamos allí, nos pusimos en pie, entre aplausos y sonrisas, agradeciendo sentir la música un poco más cerca.