Benidorm es una ciudad conocida por varios aspectos. Ya sea por su ambiente, su turismo, su gente o sus lugares, la verdad es que, por una razón u otra, conocemos Benidorm.
Sin embargo, perteneciendo yo mismo a esta ciudad, siempre he echado en falta una cosa, el tener a un cantante joven, de música urbana, que nos “representara”, por decirlo de alguna manera, frente al resto de España, algo que sí ocurre en otros lugares.
Por esto mismo, en esta ocasión quiero hablar de una de las jóvenes promesas de la ciudad, que ha conseguido lanzar uno de los trabajos más sólidos de la zona en lo que va de año. Él es Edu de Temple.
Para aquellos que no le conozcáis, basta con decir que Edu es un chico que con tan solo 18 años ya cuenta en su palmarés con varios singles que sobrepasan las mil visitas, y un trabajo completo llamado 8teen, del que hablaré más adelante.
A pesar de venir del mismo sitio, yo personalmente no le conocí hasta hace unos meses, cuando me topé con uno de sus temas. En ese momento, me llamó la atención su facilidad para moverse entre las frases, y en cómo parecía sonar mucho más mayor de lo que realmente es, gracias a su tono de voz y a la madurez de sus rimas.
Lógicamente, quise escribir sobre él, conocerlo y entender un poco más su música, pero no me puse en contacto con él hasta que realmente me sumergí en 8teen, analizando sus ideas, buscando las influencias, y planteándome algunas cuestiones.
Al hablar con Edu, lo primero que quise hacer es preguntarle su opinión sobre la escena musical en Benidorm, y en cómo se percibía a sí mismo a la hora de encajar en ella.
Al hacerlo, una de las primeras palabras que salieron de su boca fue una que se repetiría a lo largo de toda la conversación: profesionalidad.
En su opinión, en la ciudad hay mucho talento, pero falta gente que de verdad quiera apostar por hacer las cosas de forma profesional. Si no se invierte en el arte, si no se pone el empeño, las ganas y el trabajo necesario para hacerlo de manera profesional, es muy difícil llegar a destacar en esta escena tan competitiva, donde los estándares están tan altos.
Edu, me cuenta que, por su propia experiencia, ve que realmente hay pocas personas que realmente demuestren querer vivir de su arte y pegarse.
Lo cierto es que, al hablar con él, se nota que es consciente de que los recursos que tiene son limitados, lo que hace que sea muy necesario aprovecharlos y poner gran parte del esfuerzo en hacer que la música suene bien y luzca bien; algo que queda demostrado con creces en su álbum 8teen, del cual quise preguntarle para conocer su visión sobre él.
Al hacerlo, me cuenta Temple cómo su intención era navegar entre diferentes estilos, pero mantener su esencia durante las 6 canciones, para que todas tuvieran elementos que las pusieran en común a pesar de sus diferencias.
Es por ello que en sus temas encontramos desde rap estilo boom bap, hasta canciones más melódicas que incluso llegan a tener tintes de reggaetón y r&b; lo cual hace que se rompa totalmente la monotonía que invade los trabajos de algunos artistas, y que cada canción pueda adaptarse a diferentes gustos, situaciones y estados.
En mi opinión, como he comentado alguna vez anteriormente, una de las claves para entender a un artista es conocer sus influencias, ya que son ellas las que han tenido mucho que ver en la construcción de su estilo y su música en general.
En este caso, Edu me cuenta cómo sus máximos referentes a nivel nacional son Rels B, Juancho Marqués y C. Tangana.
El primero, Rels, es el artista con el que Temple más se identifica musicalmente, y con el que más cree que puede encajar.
A Juancho, por otra parte, lo admira totalmente por el contenido de sus letras, considerándolo uno de los mejores liricistas de nuestro país.
Por último, de C. Tangana lo que más admira es su capacidad para haber creado un personaje que traspasa su propia música, y que forma parte de nuestra cultura popular y del imaginario de la música española actual.
Esto nos permite entrever la importancia que puede llegar a tener el saber encontrar las virtudes de cada artista y aprender de ellas.
No es necesario que un/a cantante nos guste en absolutamente todo, basta con que haya algo que nos llame la atención y que pueda servirnos para enriquecer nuestra música y nuestra capacidad creativa.
En el arte, igual que en muchos otros ámbitos, es muy importante tener personas a las que poder admirar, ya que son las que marcan el camino para que otros y otras puedan desarrollarse.
Una vez sabiendo de dónde parte, lo que me interesa es saber cómo está ahora mismo, si está contento con los trabajos que ha lanzado, si le gusta más trabajar a base de singles, si quiere seguir con este mismo estilo, cambiar de géneros, …
Lo cierto es que en este caso él no duda, está contento con cómo ha quedado 8teen, y le gusta trabajar con un producto más amplio que una sola canción, ya que le permite desenvolverse en un mismo concepto desde varias perspectivas, y abarcar mucho más de lo que se puede alcanzar en un solo tema.
Sin embargo, reconoce que con los singles es más fácil subir en cuanto a números y repercusión, algo que ha observado prestando atención a otros artistas del género. Aún así, tiene claro que, cuando tenga más recursos, los singles que lance irán acompañados de videoclips y otros elementos que hacen que estas canciones sean productos mucho más completos y trabajados.
Para Edu de Temple, 8teen ha sido una presentación de lo que es capaz de hacer, una declaración de intenciones que sirve para darnos cuenta de que su nombre va a ser uno a tener en cuenta en el panorama Alicantino, y que promete ir mejorando y desarrollándose trabajo tras trabajo. Para nosotros, este álbum es un aperitivo para todo lo que está por venir, y que hace que a partir de ahora estemos pendientes a todo lo que este artista nos tenga preparado.
A continuación, os dejo una de mis canciones favoritas de Edu de Temple junto con otro artista de la zona, Victor Ferrer.
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