Ser músico a nivel profesional, cobrar o exigir un caché e intentar vivir de ello es complicado, es muy complicado la verdad, pero no lejos de otras profesiones de un autónomo cualquiera. Si de verdad quieres ser músico profesional, ¡¡bienvenido al mundo empresarial!!
Ser músico profesional hoy en día no depende únicamente de tu formación, las horas de ensayo, el equipo que has comprado o lo que te has gastado en el estudio para editar un CD. Te diría que esto es hasta lo de menos, es un error creer lo contrario. Si te quieres dedicar profesionalmente a la música, al igual que cualquier otro autónomo, lo primordial es que tienes que tener un producto que guste, darte a conocer y que los clientes paguen gustosamente por tu producto y repitan.
Sí, esto suena frío, muy empresarial y alejado de ese amor que hay por la cultura, la música y todo eso. Bueno, una librería también es cultura, y es una empresa al fin y al cabo. Siendo claros, si tus canciones no hacen que un mínimo de gente vaya a verte, deja la música profesional y hazlo por afición. Sin un producto que guste no tienes nada que hacer.
La mayor pasión de mi vecino es hacer pasteles, se formó, ha practicado horas y horas, sintió que valía y podía hacerlo como afición o ser profesional, y eligió ser profesional. Se ha montado un local y resulta que su producto no ha vendido nada; hay tantas pastelerías que ha pasado desapercibido y nadie quiere sus pasteles ni gratis ¿Qué ha hecho? Pues tenía dos opciones: o seguir creando otros pasteles que interesen o dejarlo y hacerlo por afición, y ahí está, a ver qué tal le va. Pues con la música algo así, compañeros.
Hay demasiados grupos que no se dan cuenta de esto, grupos que llevan 20 años tocando, dicen ser profesionales, con muchos discos, pero no consiguen juntar a más de 20 personas en su único concierto en meses, y aun así te dicen, “si quieres contratarme págame caché, que soy
músico profesional”.
¡Tío! ¡Si fueses una pastelería ya habrías cerrado!