Este fin de semana, Alicante volvió a convertirse en el epicentro de la música en directo con el Spring Festival 2025. Aún seguimos procesando todo lo vivido en una edición que lo tuvo todo: artistas entregados, escenarios vibrantes y un público que no dejó de bailar y cantar durante dos jornadas intensas. Fueron dos días de pura emoción, donde la música fue la gran protagonista y el ambiente, sencillamente inolvidable.
Desde el arranque, el viernes prometía ser una noche grande, y no decepcionó. Sidonie abrió la jornada poniendo el listón altísimo, con un show lleno de carisma y clásicos que encendieron al público desde el primer minuto. Luego llegó el turno de Jimena Amarillo, que con su estilo íntimo y encantador consiguió que miles de personas flotaran entre melodías suaves y letras sinceras.

La energía subió aún más con Lori Meyers, que ofrecieron un concierto cargado de adrenalina y emoción, como ya nos tienen acostumbrados. A pesar de no estar programados para el sábado, aprovecharon este momento para dedicar unas palabras muy sentidas y una canción en memoria por el fallecimiento de Paco Méndez padre de Alejandro, guitarrista de la banda, lo que conmovió al público que con respeto y amor los acompañaron. Han hecho un show que nadie olvidará.

Después, Niña Polaca trajo su frescura y desparpajo juvenil, conectando enseguida con la gente y encendiendo los ánimos con su mezcla de rock y actitud sin filtros.
Uno de los momentos más esperados del día fue la actuación de Suede, que desplegaron toda su elegancia británica sobre el escenario. Fue un viaje en el tiempo, con un sonido impecable y una presencia escénica que hipnotizó a todos los presentes. A continuación, Catriel y Paco Amoroso que han hipnotizado al público, muchos caracteriados con los accesorios que ellos suelen llevar, rompieron todos los esquemas con su mezcla explosiva de géneros, ritmos frenéticos y una energía desbordante que puso a todo el recinto a vibrar.

La noche seguía creciendo con La La Love You, que convirtieron su concierto en una auténtica fiesta pop, llena de hits que hicieron cantar y saltar a todo el mundo. Y como broche de oro, Cupido cerró la jornada con un directo fresco, melódico y bailable que dejó al público con ganas de más.
El sábado no bajó el ritmo. Desde las primeras horas de la tarde, el público volvió a llenar el recinto con la misma energía del día anterior. Repion fueron los encargados de abrir la jornada con una descarga de guitarras y actitud. Poco después, llegó uno de los conciertos más esperados del festival: Amaia. Su voz y su presencia cautivaron por completo al público, que pasó por todas las emociones posibles. Fue una actuación mágica, íntima y poderosa.
Miss Caffeina mantuvo el nivel con un directo impecable, donde cada canción era coreada al unísono, y la conexión con el público fue total. Más tarde, Mikel Izal apareció en solitario con una propuesta más introspectiva, donde las emociones, la voz y las letras tomaron el control. Fue un momento más calmado, ¡Pero igual de intenso!

Con Ojete Calor llegó el caos divertido. Su show fue una auténtica explosión de humor, espectáculo y hits delirantes que pusieron al público en modo fiesta absoluta. A esto le siguió el despliegue visual y musical de Fangoria, con un concierto impactante donde Alaska volvió a demostrar por qué es una de las grandes reinas del pop español.
La recta final del festival se vivió con una intensidad contagiosa. Alcalá Norte trajo su energía descarada y urbana, mientras que La Casa Azul transformó el recinto en una pista de baile colorida y vibrante, con un show que fue puro estímulo. Finalmente, el cierre perfecto llegó con María Escarmiento, que mantuvo la temperatura bien arriba con su estilo atrevido y su mezcla de pop, electrónica y actitud.
Sin dudas fue el festival mas aclamado y que nos dejará anecdotas y experiencias inolvidables, dos días que quedarán marcados en la memoria de quienes estuvieron allí. Porque cuando el ambiente, los artistas y la gente se alinean, pasan cosas mágicas. Y este fin de semana en Alicante, lo comprobamos una vez más.
¡Nos vemos en la siguiente edición!