El Rock Imperium celebró su primera edición en el parque El Batel, ubicado en Cartagena, justo enfrente de la estación de autobuses. El festival reunió en las jornadas del 23, 24 y 25 del pasado mes de junio a las más de cuarenta bandas convocadas para el fin de semana, que transcurrió de forma organizada a pesar del incidente del último día con la cancelación de la actuación de la banda británica de hard rock Whitesnake. Este festival ha sido bastante bien acogido por el público que, tras dos veranos de pandemia, ansiaba poder disfrutar un festival como antes.
Tras la asistencia al evento, cabe decir que ha llamado la atención para bien la organización del festival y el alto caché de las bandas asistentes en una primera edición como ha sido este año. La cancelación del concierto de uno de los cabezas de cartel en último momento ha sido realmente difícil para la organización de las bandas y la compensación al público que esperaba con ganas la actuación. No obstante, la organización del festival ha sabido dar las explicaciones oportunas con la mayor brevedad posible y ha establecido un código de descuento para las entradas de la edición del año que viene que, además, encabezará la mítica banda británica Deep Purple. Por ello, desde Música Zero mandamos nuestros mejores deseos y sincera enhorabuena a la organización por la buena gestión del festival en su primera edición.
Es destacable el buen ambiente que se respiró allí, también bastante condicionado por las ganas acumuladas de volver a los festivales y el compartir la pasión por la música con todos los asistentes. Además de los conciertos, el recinto contaba con espacios de convivencia aparte, como zonas de comida portátil, barras y puestos de merchandising en los que no se presenciaban grandes aglomeraciones, incluyendo las colas para obtener las pulseras y teniendo en cuenta que el sábado 25 se llenó completamente el recinto por los conciertos de las bandas míticas del hard rock, en las que se incluían Doro, Europe y Scorpions.
CRÓNICA POR DÍAS
Jornada del viernes 24 de junio
El festival abrió sus puertas a las 13.30, y aunque no pudimos llegar a las primeras horas, vimos la cantidad de gente que esperaba ansiosa a mediodía por entrar a por las pulseras. Los conciertos arrancaron los alicantinos Lándevir, la banda de power metal italiana Rhapsody of Fire y Turborider, en el escenario de al lado del puerto (Heretic Stage), que consiguieron ganarse al público a pesar de tener las primeras horas bajo el sol de junio en Cartagena. Sodom, que empezó su actuación a las 15.05 también se ganó con su potencia al público, que se agrupaba en los circle pit o bien saltaba y se movía con energía al ritmo del thrash metal que ofrece la banda. Más tarde, se encontraron con sus seguidores en el stand de firmas donde tuvieron la oportunidad al igual que muchos grupos de interactuar con ellos y conocer sus opiniones acerca de las actuaciones y las inspiraciones que generaron las bandas en ellos. A lo largo de la tarde fueron sonando en los dos escenarios principales bandas de metal más extremo como Lacuna Coil y Avatar o la enérgica banda londinense Bush, que hizo bailar a muchos. Por otro lado, en el escenario del puerto, que se encontraba a poco más de cinco minutos del recinto principal, bandas como Ingested, The Vintage Caravan y Dying Fetus se ganaron con facilidad al público que se animaba por momentos, aún no teniendo la misma cantidad de audiencia que las bandas que tocaban en los escenarios grandes.
Como previo a la actuación del gran cabeza de cartel del viernes, Avantasia, las actuaciones de Amorphis y Black Label Society mantuvieron la energía de miles de personas levantando los cuernos al son de su música. Finalmente, cerró la noche la banda progresiva Leprous a la par que la banda nacional Hitten, con su renaciente hard rock, en el Heretic Stage.
Jornada del sábado 25 de junio
Arrancó la jornada con la banda de folk metal española Celtian en el escenario de Estrella Levante y Scarecrow Avenue en el puerto. La banda española de black metal Aversio Humanitatis con su carácter oscuro y nihilista también preparó al público del Heretic para afrontar el último día del festival. Poco después, Blaze Bayley, ex vocalista de Iron Maiden desde 1994 hasta 1999 animaba al público con clásicos de la legendaria banda británica, como The Clansman al grito de freedom. En ese mismo escenario, una hora más tarde tocaba la banda noruega Jorn, que además de su repertorio, volcó al público con su cover de Rainbow in the Dark. En el Heretic Stage tocaban los suizos Silver Dust dándose a conocer con éxito entre mucha gente con su temática tan peculiar. Manticora, Dry River y Belphegor tocaron también en ese escenario, que estuvo animado desde el principio de la jornada. Los chicos de At the Gates tocaron a la vez que Scorpions, y a pesar de que su actuación se solapase con la de uno de los cabezas de cartel y una de las más tardías del festival mantuvieron a su audiencia con energía hasta el final.
En los escenarios principales estuvieron los cabezas de cartel programados de la jornada, incluyendo a la alemana Doro, la reina del metal, que dio un concierto que gustó a todas las generaciones que se encontraban en el público además de hacer saltar a todo el recinto con uno de los himnos del rock, All We Are. A pesar de la ausencia de Whitesnake debido al grave estado de salud de Tommy Alridge y los oportunos ajustes horarios, Europe prolongó su actuación en compensación por la cancelación de última hora de la banda británica de hard rock con la que compartían cartel. Scorpions, por su parte, brindó una actuación que terminó de llenar el recinto de El Batel con sus temas nuevos y los clásicos cantados al unísono por todo el público.
En el recinto principal Saurom y Pain of Salvation cerraron la jornada con la audiencia que sobrevivió a los cabezas de cartel. Con los españoles Saurom y su folk se vieron circle pits y bailes animados que denotaban aún ganas de seguir. Como final, Pain of Salvation con su metal progresivo y juegos de luces dejaron hipnotizado al público.
En todo momento desde que comenzó el festival se ha vivido un ambiente muy agradable según nuestra experiencia y la de la gente que hemos podido conocer en los conciertos. Es verdad que en los últimos momentos la ausencia de camping ha podido dificultar el alojamiento, ya que parte del alojamiento estaba en otros municipios pedáneos a Cartagena, pero viendo el modus operandi de la organización confiamos en que las propuestas de los asistentes van a ser siempre escuchadas tratando de mejorar en todo lo posible. Desde Música Zero felicitamos a la organización del festival por su primera edición tan exitosa además de desearle para las futuras ediciones todavía mayor éxito.