Para la 50ª edición de RapSinCorte, el rapero Foyone realizó un homenaje de sus diez años rapeando con algunos raperos y raperas de la escena española del Hip-Hop, tanto de la vieja escuela como de la nueva.
Para ello ha reunido al rey del Desfase, ToteKing, a Recycled J, a Ayax y Prok, Kase.O, Elio Toffana, Bejo, Cráneo, Dollar Selmouni, Easy-S, Felinna Vallejo, Fernando Costa, Laüra Bonsai, Moneo, Ptazeta, Sofia Gabbana y a Spoksponha. Como bien venía anunciando con Sceno, el rapero malagueño prometió celebrar su década en el rap por todo lo alto, y así hizo.
Si todavía no has escuchado esta canción, te invitamos a que la escuches antes de continuar leyendo esta noticia.
A lo largo de la canción se van viendo las colaboraciones y referencias a grandes hitos de la música. Foyone lo inicia con un sample de la artista argentina Tormenta en su canción Qué hay que hacer para olvidar y su referencia a Miguel de Cervantes, quien también ha encontrado inspiración en momentos difíciles. A estas barras le sigue Kase.O, quien con su verso de inicio “Solo ocho líneas para demostrar mi estilo, me sobran la mitad” vemos que hace referencia a uno de los grandes éxitos que tuvo, el tema 8 líneas, compuesto en versos de ocho barras en su grupo Violadores del Verso. Posteriormente, Toffana vemos que hace homenaje a las víctimas del franquismo y al atentado contra Carrero Blanco, así como Ayax recuerda a Diego El Cigala.En los versos de Bejo «Alguno se pensó que esto es rap contra el racismo” vemos que hace referencia a la última gran colaboración que se hizo en el rap antes de ésta, hecha en 2011 por El Chojín junto a Zatu de SFDK, Locus y Nerviozzo de Duo Kie, Gitano Antón y El Langui de La Excepción, Xhelazz, Nach, Violadores del Verso, Falsalarma y Ose, máximos exponentes de la old school.
Acto seguido dice “Pero, mi hermano no, es Foyone y sus ministros», es decir, volviendo a referirse a El Chojín, Foyone no está rodeado de gente, sino de “ministros” ya que Foyone en 2020 publicó un álbum titulado “Presidente”.
Tras un cambio de base de hip-hop a uno de lo-fi y a uno flamencos, Moneo observa en sus barras la situación periférica de Andalucía, tanto en España como en Europa; así como su referencia al himno de Andalucía en las últimas.
“Somos ese niño hambriento que por tonto y lento no prueba el pastel
No somos europeos, somos la mierda de Europa
Somos los pobres que tragan las migajas que se caen sobre el mantel
Somos la basura que engendra cultura y que otros se apropian
Levantaos, hermanos y hermanas
Demostradle cantando a la bestia
Que esta guerra es nuestra”
Fernando Costa hace referencia a varias obras de Foyone, como ahora, #RapSinCorte VII, el álbum Dólares Mentales o El Ciclo del Agua y Laüra Bonsai en su primera barra hace referencia al tema de A Tribe Called Quest – Jazz.
Acto seguido ToteKing rompe la base con sus barras, haciendo una referencia a un estilo vocal del flamenco, el jondo, pronunciado con una H aspirada, perdida en el castellano y que sigue en el dialecto andaluz.
Recycled J recuerda sus raíces en su barrio de Carabanchel, así como lo ha hecho en otros temas suyos.
“Mamá, vengo del escombro, quiero el podio, el monopolio”
Por último, Foyone culmina con una antítesis “Esta vida es bella y mala como campos de amapolas”, ya que, aunque las amapolas poseen un alto valor paisajístico, a su vez alteran el suelo y sus nutrientes.
Sin duda, en este nuevo cypher, hemos visto a los reyes de la vieja escuela y a los nuevos de la escena. De la vieja rapean ToteKing y Kase.O, los cuales llevan rapeando más de 25 años y que han presentado una evolución con ritmos frescos, sabiéndose adaptar al momento. No obstante, tampoco hay que olvidar la instrumental de Sceno, la cual cambia cuatro veces con sonidos variados, desde el ritmo lo-fi, pasando por el flamenco.
Cabe destacar que el estigma hacia el andaluz ha propiciado a fenómenos de deslealtad lingüística. Es por esto, que tanto los raperos como las raperas andaluzas han colaborado de manera conjuntamente para superar ese “complejo de inferioridad” del habla andaluza, adaptando su dialecto al argot de la calle, construyendo una seña de identidad.