R de Rumba (Violadores del Verso) y Carlos Porcel han unido talentos para traernos Funk Experience, un disco que, como su nombre indica, nos promete toda una experiencia funk. Con un sonido capaz de hacer que olvides tus problemas y te entregues al buen rollo, este disco inicia su recorrido pisando fuerte. La gira del mismo tiene su comienzo este 7 de mayo en el Aula Cam de Alicante, y en los próximos meses sonará por otros muchos rincones de España. Como amantes de la música, no hemos perdido la oportunidad de charlar un rato con ellos para que nos cuenten un poco más sobre su disco… y sobre ellos mismos.
¡Hola chicos! ¿Qué tal la mañana?
¡Hola! Muy bien, a tope.
¿Os habéis duchado hoy?
Sí, sí.
¿Habéis cantado en la ducha?
P: Yo es que no canto en la ducha.
Pero si eres Porcel, eres un pajarito.
Ya, pero me suelo poner música más que cantar yo. Antes estaba escuchando a Tom Misch.
¿Y tú, Rubén?
Qué va, yo cantar nada. Además siempre es una ducha rápida de cinco minutos y a llevar corriendo a la niña al cole.
¡Es verdad, que tienes una nena! ¿Cuántos años tiene?
Seis años para siete. Se llama Elisa.
¿Quieres dejarle un mensaje en a Elisa para cuando tenga 15 años y te busque en Google? A lo mejor tiene que hacer algún trabajo sobre ti en el colegio o en el instituto y acaba en esta entrevista.
Pues… no sé (risas). Que la quiero mucho, que la sigo queriendo mucho. Espero que no se haya olvidado de sus padres con 15 años.
En tus manos está que no.
No te creas que tanto, eh. La adolescencia es muy dura.
¿Y qué vais a hacer hoy? ¿Qué hay en vuestra agenda?
R: Ahora en acabar la entrevista, ensayar como locos… Con tal de ahorrarnos tiempo y no hacer muchos parones, hasta he hecho la comida antes, que comemos juntos aquí en mi casa en San Juan. Descanso rápido, comer rápido y no perdemos tiempo.
¿Qué vais a comer?
Espaguetis a la boloñesa.
Es la típica comida de cuando te quedas a comer en casa de un amigo.
Yo lo que me curro es la salsa, porque si no luego entre que lo hacemos todo nos tiramos una hora y perdemos tiempo. Así que va a ser cocer la pasta y ya está. Y le voy a poner un plato a Porcel que flipas.
Esto de hacer la salsa antes para tener más tiempo después, habla mucho de ti en cuanto a la vida, ¿no? Me refiero al hecho de ser previsor.
Más que previsor, soy un rayado que no quiere perder el tiempo, aunque luego perdemos el tiempo igual en un montón de tonterías igualmente, pero bueno.
¿Y cuando acabéis el ensayo qué vais a hacer? ¿Vais a hacer cosas de músicos?
¿Como qué cosas de músicos?
No sé, vosotros sois los músicos.
P: Pues yo tengo pensado visitar a Ramón luego, pero de colegueo, que no todo es trabajo en esta vida. Hay que socializar también.
Porcel, tú con Ramón Riera formas Windbros, ¿verdad?
Sí, es un proyecto que se empezó a gestar en 2019, unos meses antes de la pandemia. La mecánica ha sido como con Rubén; Ramón tenía unos temas, me pidió ayuda para algunas cosas y más tarde me propuso que fuésemos un proyecto a dúo. Al final la cosa ha ido avanzando hasta el punto de que más o menos en unas semanas estará fuera nuestro primer videoclip, y el tema también se podrá encontrar en Spotify.
¡Qué guay, enhorabuena! ¿Cómo se llama el tema?
Friendship. Amistad.
Probablemente una de las cosas más importantes de la vida.
Sí, el disco ha nacido un poco de eso. Él fue el primero con el que toqué en cuanto a vientos se refiere. Cuando comenzamos en Orjazzmic fue el primero con el que toqué de sección, y aparte de eso hicimos muchas cosas más juntos. Te hablo de que hace casi nueve años que nos conocemos y tenemos una gran amistad. De ahí este proyecto.
¿Y tú Rubén? ¿Tienes alguna historia de este tipo con algún músico?
Cuando vine a Alicante, al principio curraba en casa, pero trabajar en casa cuando te dedicas a la música es complicado. Me pillé un local de ensayo en la Sala Babel, y ahí empecé a hacer migas con Porcel y voilá, de ahí Funk Experience.
Cuántas historias de amor se habrán cocido en la Sala Babel, ¿eh?
P: ¿Sí verdad? De hecho al principio quedábamos en su casa, y ahí le hablé de los locales de ensayo de Babel y me dijo que justo necesitaba un lugar así. A raíz de eso comenzamos a quedar más regularmente.
R: Ahí estuve dos años, yendo todos los puñeteros días, sí.
P: De hecho estuve en todo el proceso de mudanza y todo.
¿Sabéis? Dicen que dos personas no se hacen realmente amigas hasta que no hay una mudanza de por medio.
R: En ese caso fue una mudanza de estudio, pero sí. Cogimos la furgoneta de Pablo, el dueño de la Sala Babel, que al ser de Zaragoza como yo conectamos muy rápido.
Bueno, y ahora que estáis a punto de empezar una gira. ¿Lo estáis petando mucho?
Pues… tenemos que partir de la base de que no somos comerciales. El último videoclip que sacamos, Zoo Funk, tiene casi medio millón de visitas en Youtube, que no es que sea la gran cosa, pero oye, ya es. Por otra parte, la música negra en España es muy minoritaria. Sabíamos dónde nos metíamos con este disco, porque es difícil, la gente está a otras cosas. Pero al menos dentro de nuestro ambiente hemos tenido una respuesta muy positiva, ha gustado el disco. La gente nos ha dicho que es muy positivo, que da todo el subidón.
Es que es funk en vena.
R: Aun así, no es como en otros países. En Francia este tipo de productos funcionan muy bien. Ahora nos la hemos jugado y vamos a hacer unos bolos para que no se quede todo en el disco solamente, y nada, veremos cómo funciona.
P: Ahora el 7 de mayo comenzamos la gira en el Aula de la Cam, nuestro punto de partida. Es el segundo concierto que hacemos. El primero fue en Radio 3.
Es verdad, salisteis en la 2. Entonces es vuestra primera gira con Funk Experience. Uno de los temas que más me molan personalmente es El Protector está de vuelta, porque es como dar un repaso a todas las influencias que habéis tenido para este disco, ¿me equivoco?
También es una forma de decir «si te gusta esto, escucha esto otro, que es una pasada». Así, si lo estás escuchando y oyes un nombre que no te suena pues ya tienes forma de descubrir algo nuevo. Hemos bebido de todos esos artistas y hay muchas influencias de la música negra, porque es lo que nos gusta, lo que nos mueve. Aunque también hay muchos nombres que se han quedado fuera. Además, como sabemos que en España, como ya hemos dicho, esta música es minoritaria, mola darle visibilidad a todos esos artistas que son increíbles.
Que hagáis un tema que sea una excusa para que el oyente descubra nueva música es una muy buena idea.
R: ¿Verdad? Un poco de educación en el funk, sobre todo para la gente más joven, porque sobre cosas modernas hay mucha información, pero sobre lo clásico… casi nada. Entonces, si te ha gustado Funk Experience pues ya tienes ahí una buena lista que seguro que vas a disfrutar.
P: Y eso que este disco en principio no se iba ni a hacer.
¿En serio?
Claro, nosotros al principio quedábamos sin muchas pretensiones, y luego cuando empezamos a tener cosas, íbamos enseñándoselas a nuestros colegas y a gente con criterio y estos nos decían «eh, esto mola, ¿vais a hacer algo con esto?» y ahí nos lo empezamos a plantear. Y con respecto a lo que decías antes, yo creo que para «petarlo» hay que tener en cuenta un montón de factores, pero pienso que lo más importante es que estés seguro de que lo que haces te gusta. Si no te gusta, no lo saques.
Carlos Porcel dixit.
Hombre, claro. Antes de que saliera el disco lo escuchaba y se me ponían los pelos de punta pensando «quiero que esto salga y que lo escuche la gente». Si se te pone la piel de gallina con tu propia música pues está claro, hay que sacarla a la luz.
R: Este disco no está hecho para hacernos de oro, porque como te decía, desde el principio sabíamos a lo que veníamos. La verdad es que nunca he hecho música con el único objetivo de ganar dinero, pero es que este disco… menos todavía. Esto ha sido casi que un capricho, puro amor al arte. También es una consecuencia directa de haber conocido a Porcel.
Es como vuestro hijo en común.
Sí, totalmente. Nos lo hemos guisado juntos. El hecho de que Porcel sea multiinstrumentista lo ha hecho todo mucho más fácil. Estando Porcel y yo solos, a la hora de construir los temas ha sido mucho más llevadero y rápido.
No será Porcel…¿el mejor del mundo mundial, por casualidad? Pregunto.
Pues sí, eh. Es un máquina. Yo he aprendido un montón con él, a un montón de niveles.
Hablando de aprender. ¿Habéis conocido artistas nuevos mientras grababais Funk Experience?
Sí, nos hemos descubierto mutuamente muchas cosas. Es que aparte de hacer los temas hemos pasado mucho tiempo juntos, nos hemos enseñado de todo. Continuamente. Además, que la música hay que compartirla, es algo que no tiene fin, no se acaba nunca.
Sucede en cualquier área del arte, por suerte. Yo pienso que los artistas somos niños y estamos jugando: nos encanta, y aunque a veces nos frustremos, no vamos a dejar de hacerlo nunca.
P: Pues es un muy buen pensamiento.
¿Y alguna anécdota de la grabación del disco?
P: Pues el problema más «grave» que tuvimos fue que tuvimos que regrabar unos temas porque a Rubén le robaron el ordenador mientras estaba de gira con Kase.O en Colombia.
Uf.
R: Yo siempre hago backups y copias de seguridad, pero justo esos temas los habíamos acabado unas semanas antes y solo estaban en el portátil… lo tuvimos que hacer todo de cero. La verdad es que lo pienso y me pongo triste, ¡es que estas historias no mola nada recordarlas!
¿Habemus moraleja en esta historia?
Sí. La moraleja es: haz siempre backup. Siempre. En 20 años en la música nunca he perdido nada, mira que tengo mil discos duros porque soy un rayado y lo guardo todo treinta veces. Pero eso se me olvidó. Rumba, no puedes irte a otro país con un tema que solo tienes en el portátil y no hacer backup. No es viable.
Al final no te falló la tecnología, te falló el ser humano.
Así es, pero de todo se aprende.
Pues sí, menos mal. Bueno, y además de ser unos cracks en la música y hacer unos tremendos espaguetis a la boloñesa, ¿qué otras cosas se os dan bien? La clásica pregunta de «si no fueras músico, ¿qué harías»?
P: Pues si yo no fuera músico creo que habría sido barman. Habría estado en la barra sirviendo copas o algo así. De pequeño era muy tímido, pero cuando empecé a perder la vergüenza coincidió con que mi hermano regentaba un bar. Yo tenía 19 años y por las tardes me iba y trabajaba ahí, y la verdad es que me gustaba mucho.
La verdad es que te pega ese rollo eh Porcel, todo hay que decirlo.
Sí bueno, prefiero ser músico, que quede claro. Prefiero ganarme la vida con esto aunque sea menos dinero y no sea igual que un «trabajo fijo normal».
¿Te gustaría ser barman en tu propio bar de jazz?
Eso no estaría nada mal. Y si no hay nadie en la barra, pues me salgo a tocar.
¿Y R de Rumba?
Creo que técnico de directo, o lo que tenga que ver con los escenarios. Es que no sé dónde habría acabado. Igual camionero, porque me gusta mucho conducir y me encanta viajar. Camionero está bien.
Me gusta la realidad alternativa que se acaba de crear.
¿Si no? El camionero y el barman. En algún sitio nos cruzaríamos, en alguna parada para pillar un bocata.
Por suerte en esta realidad sois músicos, para deleite de todos. Muchísimas gracias por vuestro tiempo chicos, y que vaya genial el ensayo, la gira, y todo lo que hagáis. Ah, ¡y que viva el funk!
¡Muchas gracias a vosotros!