El ser humano tiene la facultad de discurrir, es decir, es capaz de inventar, pensar e imaginar. Aunque muchas veces creemos que nuestro comportamiento se basa únicamente en razonamientos abstractos en los que no influyen nuestros sentimientos, lo cierto es que no se puede negar que estos juegan un papel muy importante en la forma en que decidimos cómo actuar. La música se caracteriza por producir emociones, liberar tensiones, relajarnos o evocar recuerdos y esto unido a otra de sus principales características, la ubicuidad, puesto que, la música está presente en casi todos, por no decir todos, los aspectos de nuestra vida. Podríamos inferir, que, si en la toma de decisiones estamos influenciados no solo por elementos objetivos, sino también subjetivos como lo son nuestros sentimientos y la música es capaz de producir emociones en nosotros, que la música puede intervenir y alterar, de alguna manera el modo en que determinados el curso de nuestros actos.
Tal y como indica Original Music en su artículo “Los efectos que produce la música en los consumidores”, según un estudio realizado por Retail Week y Mood Media, ocho de cada diez consumidores aseguran que les gusta escuchar canciones mientras realizan sus compras y el 75% de las personas encuestadas, consideran que el hilo musical les hace más amenas las esperas. También se indica que aquellos establecimientos que ofrecen un ambiente más agradable, en cuanto a música, aromas y efectos visuales, consiguen que los clientes permanezcan más tiempo en su interior y recomienden su negocio a otras personas.
Una vez que ya sabemos que la música es capaz de interferir en la valoración positiva o negativa de la experiencia vivida en establecimientos, como por ejemplo un restaurante, debemos preguntarnos si el modo en que la música potencia una emoción ocurre siempre de manera homogénea, o por el contrario la forma en que influye en nosotros depende de forma directa de las peculiaridades de la pieza musical que oímos.
El estudio mencionado anteriormente destaca que el ritmo marca las pautas de los consumidores. Cuando las piezas musicales son de un ritmo más rápido, los clientes avanzan más rápido por el establecimiento; sin embargo, cuando la música tiene una cadencia lenta, incita a caminar lentamente y detenerse para prestar más atención a los productos.
El ritmo se puede entender como una serie de pulsos que toda pieza musical tiene y que generalmente puede ser fácilmente identificada. Algunas teorías explican que la sensación y percepción del ritmo es una cualidad propia y única del ser humano, adquiriéndose esta habilidad en el vientre de la madre.
La próxima vez que vayas a un centro comercial y entres a un establecimiento tu mismo observarás, que, en los lugares más concurridos, la música del local es de un ritmo más rápido, para que los compradores se desplacen con mayor rapidez; mientras que en aquellos más vacíos la música suele ser más lenta para que el comprador pase más tiempo dentro del comercio y aumenten así las probabilidades de que se decida a adquirir algún producto. La música es uno de los muchos factores que pueden incidir en el cálculo de la toma de decisiones.
BIBLIOGRAFÍA
14 min lectura. (13 de diciembre de 2007). Entendiendo el ritmo en la música. Parte 1: ¿Qué es el ritmo? Obtenido de Escribir Canciones: https://www.escribircanciones.com.ar/icomo-componer-musica/258-como-componer-canciones-entendiendo-el-ritmo-en-la-musica.html
Original Music. (5 de octubre de 2017). Los efectos que produce la música en los consumidores. Obtenido de Original Music: https://originalmusic.es/blog/efectos-musica-en-los-consumidores/