Y llegamos al último día del Festival Internacional de Benicàssim. La vida en el camping ya se acerca a su fin, aunque el acceso está permitido hasta una semana después de la finalización del festival. Las preparaciones para abandonar el camping a la mañana siguiente se combinan con el tráfico de personas viajando hasta la playa o volviendo de ella.
Con motivo de colaboración con la Cruz Roja se celebró una carrera de karts con algunos de los grupos que actuarían el mismo domingo. Mueveloreina, Cariño, Miqui Brightside, Cupido y Paigey Cakey serían los participantes, aunque debido a problemas con el horario de las pruebas de sonido, los dos últimos no pudieron participar.
La jornada comienza con Sundown Wolves, una propuesta de lo más interesante, con un estilo calmado y defendiendo el espíritu hippie de paz con uno mismo y de disfrutar de la vida.
Con un estilo más directo y personal, la emergente banda Cariño ha hecho del “tontipop” y de la ñoñería un estilo con muchos seguidores. Sus letras tristonas y sus acordes dejados demuestran el espíritu de las chicas del grupo, hartas del amor, pero aún con esperanzas en él. Tan solo las tres en el escenario eran suficientes, sin necesidad de más equipo ni pantallas.
Tras ellas el nuevo proyecto musical entre Soleá Morente y Napoleón Solo demuestran el éxito de la fusión del flamenco con el indie. Las palmas, el taconeo y el vozarrón de Soleá parecen fundirse perfectamente con las guitarras y la batería resultando en una música única.
En el escenario Thunderbitch se produce una sucesión de artistas del rap y trap, desde lo internacional con Paigey Cakey hasta lo más nacional. La británica Paigey contagió al público su fuerza y no dudó en incluirles para ayudarle a cantar sus canciones.
De ahí dando paso al panorama nacional con Cupido, otro de los grupos que está arrasando entre los jóvenes. La nueva formación de Pimp Flaco y Solo Astra ha provocado todo un boom en la música. Con un público ferviente, Pimp Flaco salió a dejarlo todo con las canciones de su primer y único disco hasta el momento. Y no dudó en llamar a Kinder Malo, uno de sus antiguos colegas para acompañarle. Tras ellos, Mueveloreina aparecieron con una vitalidad admirable. Dándolo todo sobre el escenario, Karma y Joaco se coronaron haciendo retumbar la pista con los temazos de su inconfundible estilo, el más puro freestyle.
De forma paralela, en el escenario de Las Palmas no se iban a quedar atrás. Comenzando con Cherry Glazerr y su dominio de la guitarra, hasta George Ezra, con una auténtica orquesta sobre el escenario. La fiesta estaba más que asegurada, con su amor y el ambiente que desprendían todos los músicos, se hizo claramente visible en canciones tan especiales y exitosas como «Budapest» y «Shotgun», con la que finalizó su concierto, dejando un gran recuerdo en la mente de todos los del público.
Los siguientes en tocar fueron Franz Ferdinand, grupo que ofreció un auténtico espectáculo, alzando a todo el público, que coreaba canción tras canción. No paraban de interactuar con toda la gente, invitando a que saltasen y cantasen. El punto más álgido lo alcanzaron cuando mandaron agacharse a toda la gente, que llenaba la pista del escenario más grande. La escena era digna de ver, toda la explanada visible con la gente agachada, mientras se coreaba «This Fire» a toda voz.
Y el momento de la noche llegó. Vetusta Morla actuaría en un show exclusivo rememorando su primer disco “Un Día en el Mundo”. Un concierto muy especial e íntimo, aunque no por el número de personas. La veterana banda presentó unos vídeos que recordaban el recibimiento de su primer disco en los medios, la gente y el éxito que cosechó. Mensajes del disco agotado, escenas de conciertos llenos de gente, mensajes en televisión hablando de su ascenso en el mundo de la música… Todo ello cantando todas las canciones que conformaron ese disco que bautizaron como el disco que cambio sus vidas. Un concierto de los que ocurren pocas veces, de los que se recuerdan en la trayectoria de un grupo, para no olvidar nunca por donde han pasado para llegar hasta donde están.
Por conciertos como este, y todos los que nos ha ofrecido este año el FIB, el festival será difícil de olvidar. Aún con las críticas al descenso en calidad del cartel de este año comparado al del anterior, siendo referido como una mala decisión para el 25 aniversario, aún por esos comentarios no podemos evitar afirmar que ha sido un festival inolvidable que nos ha ofrecido actuaciones muy especiales, nos ha hecho descubrir nuevos grupos, y disfrutar de directos de artistas que hemos conocido durante toda nuestra vida.
Imágenes obtenidas del Facebook de FIB Benicàssim Festival