El Facama 3.Zero comienza con el ritmo duro del punk de Animals de sèquia, un grupo que está aquí para hacerte pensar con sus letras y ritmos duros, aunque también nos dejaron ver su lado más tierno con una balada. Si Animals sobprende por algo es por sus ritmos marcados y la profundidad de sus letras en las que no hay barreras de ningún tipo, incluso cambian de castellano a valenciano en una mezcla que envuelve. En este directo no faltan las sorpresas, ni las primicias, y Animals nos deja escuchar algunas de sus novedades en directo, una prueba de como funcionarán las canciones sin grabar que hace sentir al público especial y lo animan a disfrutar de la primicia. El concierto de Animals de sèquia acaba brutalmente logrando saltar los plomos y así la sala se queda en silencio, esperando al próximo concierto.
En el segundo round Llamando a Julia hace acto de presencia en el escenario, este grupo es un viejo conocido en la escena musical alicantina. Ellos tienen un ritmo en el escenario que destaca por su versatilidad y fusión de estilos. El público empezaba a llenar la Caja Negra de Las Cigarreras con este grupo que anima a bailar y saltar en cada canción. Juegan con cambios de estilo pasando del reggae al punk sin despeinarse, y si algo hay que decir de estos músicos es que se les nota disfrutar sobre el escenario, nunca paran de saltar. Pero sus letras también llaman a la crítica social, contando con maravillosas estrofas como “Luís se fuerte” o «Cuantos martillazos dura un disco duro». Además Llamando a Julia presentaron para el público del Facama su tema nuevo, y por no revelar mucho simplemente diremos que sigue la línea editorial del grupo con un ritmo punk y rompedor. También dedican una canción a la barra del bar Vendetta, que como ellos dicen»se han traído el bar a cuestas con el mejor vino no añejo del mundo» y para celebrarlo el dueño del Vendetta sube al escenario invitado por el grupo a cantar este tema mezcla de nostalgia y futuro.
Perrobala es el tercer grupo de la noche y el más cañero hasta ahora. El grupo alicantino invita a saltar en pogos a unas primeras filas que empiezan a llenarse. Muestra de su seña de identidad es un ritmo trepidante que no te deja parar un segundo y que navega entre canción y canción. El público conecta con el grupo y ellos cantan como locos sobre el escenario un sin fin de canciones que animan a un público al grito de “ruido, ruido”. Al final se despiden del público cada vez más nutrido y que llena de bailes las primeras filas den escenario.
El cuarto round, está realizado por Banana Duck, uno de los grupos de punk rock más clásicos. Muestra de ello son los ritmos ágiles y rápidos unidos con temas melódicos y cañeros. El público corea los solos del cantante, cuando la guitarra se une a la batería para el estribillo de la última canción. Con un estilo que recuerda al de grupos referentes, como Desakato, los Banana Duck es el primer grupo de la noche que podemos decir que toca a sala llena. Cierran su concierto con palabras de agradecimiento y con un recuerdo a la primera edición de Facama y nos regalan una última canción que hace vibrar a la primera fila. Nadie puede negar que este concierto ha sido espectacular.
Shurprimo squad se adelanta al escenario sabiendo que están ante el penúltimo round del concierto y es su turno, saben que tocan en casa. Son los anfitriones de este festival. Su mezcla de rap con bases instrumentales sigue asombrando y enganchando en igual medida. Sabe que tienen al público en sus bolsillos, hacen gala de fuerza, destreza y solemnidad. Saltan, sonríen, sudan y aguantan la voz por su público.
Último concierto, último round y cierre de la noche, Mind Driler se subieron al escenario, preparados para impresionarnos en este concierto. Un espectáculo extravagante, sorprendente y lleno de energía. Como siempre, nos sorprende el fantástico resultado que surge al juntar esos tres registros tan distintos, haciendo un repaso por sus dos discos tocando sus mejores temas y los más conocidos por el público, como «Thanks For Nothing», «Red Industrial» o «Psycho». Un concierto único que no se volverá a repetir y que si te lo perdiste, es una gran pena.
Facama acaba como uno de esos festivales que unen buena música con un ambiente inmejorable. Una noche para hacer historia, una noche de buena música alicantina.