El concierto comenzó con los Sinestesia, el proyecto musical alternativo de un grupo de jóvenes de Huesca, también conocidos como Neo. Salieron al escenario con mucha fuerza, vestidos con trajes blancos, como de ir a pintar paredes (que se quitaron nada más terminar el primer tema), y luces led por el cuerpo, para dejar bien claro que allí estaban ellos. La luz jugaba un papel muy importante en su espectáculo, e incluso llegaron a lanzar tubos de luces al público para crear un ambiente aún más psicodélico. Un concierto potente, con un sonido melódico, lento y profundo, pero cañero al mismo tiempo, con bases electrónicas acompañando al sonido de los instrumentos. Personalmente, me gustó mucho la voz del cantante, potente y melódica, con tintes de rock clásico. Y no comentaré nada de cuando se quitó la camiseta… En fin, en conjunto todo formaba un espectáculo muy equilibrado, sobre todo para ser, como nos contaron ellos mismos en una entrevista posterior, un proyecto paralelo sin mucho ensayo (ni ser un proyecto en sí).
Y tras este espectáculo y un pequeño descanso, que los de Música Zero aprovechamos para hablar con los grupos, enterarnos de todo y tomarnos una cervecilla para aliviar un poco el sofoco provocado por estar metidos en una pequeña sala sin ventilación junto a decenas de personas en movimiento, continuamos con el show.
Los Mind Driller se subieron al escenario, preparados para impresionarnos (incluso hasta aterrorizarnos) en el único concierto que han dado y van a dar en su tierra en su actual gira de presentación de su nuevo disco, Zircus, que les ha llevado desde Alemania a toda España. La presencia en el escenario de todos los componentes es brutal, sobre todo por ese vestuario como sacado de un circo de los horrores de la Alemania profunda (lo primero que pensé cuando los vi en el backstage fue que parec
ía que los hubiesen desenterrado de un psiquiátrico, sin bromas), que además potencian haciendo varios cambios de vestuario durante el espectáculo, con máscaras de gas y accesorios siniestros incluidos. Pero nada de eso asustó al público, que estaba completamente entregado desde el minuto cero a su industrial puro y cañero, con tintes y resonancias a algunos grupos alemanes. Más siniestros y guturales, los Mind Driller tocaron tanto temas de su nuevo disco, como “Thanks for nothing” o “Psycho”, que personalmente fue el que más me gustó; como temas de su disco anterior, Red Industrial, atreviéndose a cantar tanto en español como en inglés o en alemán. Y pese a ser tres los cantantes, el resultado de combinar esas voces tan distintas es espectacular, empastan perfectamente, y la combinación de estilos melódicos y guturales le da una personalidad peculiar a sus temas.
En general, fue un directo espectacular, con mucha calidad tanto a nivel musical como visual, tanto que el público no dejaba que se bajaran del escenario, aclamándoles y reteniéndoles todo el tiempo que fue posible.
Y ya con esas nos fuimos al fresquito de la noche, pero yo aún sentía la mirada del señor Daniel NQ clavada en la nuca. Ay.
Como siempre, podéis ver las demás fotos del concierto en la galería haciendo clic aquí.
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