El sábado amaneció como otro día cualquiera, con el sol ya abrasándonos desde primera hora. Aprovechamos las pocas horas de descanso para desayunar a gusto, darnos un bañito en la piscina (que por suerte a la hora de comer se vació lo suficiente como para poder entrar sin hacer cola), comer y dormir una pequeña y necesaria siesta. Y de nuevo al lío.
El backstage nos recibió como el día anterior, con los brazos abiertos y con nervios de la anticipación por la que se nos venía encima. El sábado fue el día fuerte, el día grande, y eso se notó desde el primer minuto.
Así que cogimos sitio, nos atamos bien los cordones de las zapas y saltamos de cabeza a los conciertos.
Comenzamos con los Skakea2, un grupo joven que mezcló temas propios con versiones de temazos clásicos como el “Sarri sarri”, “Mucha policía poca diversión” o el famoso “Txus” de La Polla. El público, con una media de edad un poco más baja de la habitual, les apoyó desde el primer momento.
Pasamos a otro grupo joven, Auxili, un grupo valenciano con mucho carácter. Su estilo, una mezcla de reggae con toques de ska y rock, invitaba a moverse desde el principio. Las voces de los dos cantantes, sobre todo la del chico de rastas (no pude preguntarle el nombre entre todo el caos), daban mucha esencia y estilo a las canciones. Personalmente me gustaron mucho, fue un concierto lleno de ritmo y buen rollo desde el minuto cero, que hizo que todo el público se olvidase durante un rato del asfixiante calor.
Con El Ultimo Ke Zierre se abría el bloque de los cabezas de cartel. Empezaba el lío. Con el sol en retirada, los de Castellón dieron rienda suelta a su punk rock característico, con la distintiva voz de Rober como guía. Tocaron muchos de sus temas más conocidos, como “Soldadito español” o “Vuelta al infierno” (esta canción me encanta, y en directo es que pone los pelos de punta), lo que hizo que el público disfrutara muchísimo.
Los Maniática comenzaron como suelen hacer con su intro instrumental, y salieron todos los miembros con las bocas tapadas con esparadrapo en protesta contra la ley mordaza, tal y como les vimos hacer en el Alterna. Su rock con tintes de ska, algo menos llamativo, estuvo moviendo al público todo lo que duró el concierto. Una cosa que me gustó bastante (y que repitió en el Alterna) fue cuando a mitad de concierto, el cantante salió disfrazado con un televisor en la cabeza cantando acerca del efecto amuermante de la televisión y como crítica a los medios de comunicación.
Al terminar ellos, todo el personal de las ambulancias se puso tenso. Aquí me busqué un buen sitio en primera fila (que ya no abandonaría en lo que quedaba de festival). Llegaba lo duro, llegaban los Soziedad Alkoholika. Y es que los de Vitoria (paisanos míos <3) derrochan fuerza y actitud, y eso te invita a saltar y a meterte en pogos como si no hubiese un mañana… Con el recinto ya a rebosar, dieron rienda suelta a su metal y arrasaron con todo con temazos como “Piedra contra tijera” o “Cuando nada vale nada”. Sinceramente, disfruté muchísimo viéndolos, creo que ni toqué el suelo en todo el concierto.
Sin dejar calmar la sangre y con el calor aún el cuerpo, llegaron los ya tan clásicos de los festivales, los Boikot. Y es que este grupo es un éxito seguro, ¿quién no ha escuchado a este mítico grupo? ¿Quién no los ha visto mil veces en directo? Sus temas son tan conocidos que podrían no haber cantado en todo el concierto y habría dado igual, el público se lo hubiera montado solo. De hecho, hubo un tema que prácticamente nos cantamos nosotros solitos! Los madrileños, ya acostumbradísimos a los escenarios, derrocharon simpatía y energía, y nos regalaron todo su rock a ritmo de temazos clásicos y de gran acogida como “Inés”, “Cualquier día”, “Korsakov”, “Sin tiempo para respirar”… ¿A que os los conocéis todos? Pues eso.
Y si creíais que después de tanta tralla se iba a calmar un poco la cosa, estabais equivocados. Les llegaba el turno a los grandísimos Narco. Ya nos hicimos una idea del pedazo concierto que se nos venía encima cuando vimos al Vikingo subirse al escenario botella en mano y bebiendo a morro como si fuese agua. Y es que gran parte de la esencia de este grupo es este señor, que con su voz desgarrada es capaz de arrancarnos la piel a golpe de guturales. Y no defraudaron, se marcaron un directo espectacular mezclando temas de su último disco, como “Chispazo”, o clasicazos que te suben la adrenalina como “Tu dios de madera” o “La hermandad de los muertos”. Otros que tampoco se cortan ni un pelo.
Tras este espectáculo se subieron al escenario los ya no tan jovencitos Desakato. Y es que los asturianos ya están muy asentados en el panorama nacional, siendo habituales en los festivales del rollo. Una cosa que me gusta mucho de ellos es la forma que tienen de defender el uso de su lengua y su cultura a través de su música, dándoles así un hueco y bastante más visibilidad en el panorama nacional. Los Desakato nos dieron un conciertazo en el que tocaron muchos de sus mejores y más conocidos temas, como “Octubres rotos” o “Cuando salga el sol”.
Y como broche final para un festival de categoría, llegaron los Fuckop Family. Los alicantinos dieron rienda suelta a su rap mestizo, mezclado con metal, reggae, ska… con un resultado muy cañero y espectacular. La verdad que me extrañó verlos en el cartel, porque hacía no mucho me dijeron que se habían separado y que no iban a tocar más, pero es una gozada poder volver a verlos dar caña sobre los escenarios.
Y con mucha tristeza, el festival se termina. Cierra todo y nosotros recogemos nuestros pedacitos del suelo con la esperanza de poder recuperarnos pronto de semejante barbaridad. Una delicia, una sobrada.
En general el festival nos dejó un buen sabor de boca y la certeza de que ha sido uno de los mejores del verano, pese a ser un festival todavía “pequeño”. Y es que estos festivales son el futuro del género, un soplo de aire fresco y alternativo, proyectos cargados de ilusión y ganas de ofrecer algo distinto, algo más auténtico. Y como dicen nuestros compañeros de Mundo paralelo, no sólo de Viñas y Aupas vive el hombre!
Feliz cumpleaños Marearock, ojalá sigáis 10 años más!.