Miguel Bosé, las apariencias engañan
Sábado 11 de junio, nos disponíamos a asistir a un concierto un tanto … diferente. Tuvimos la oportunidad de asistir al concierto que Miguel Bose dio en la Plaza de Toros y desde luego nosotros no la íbamos a desaprovechar. El concierto empezó más puntual de lo normal, a las 23:00 en punto comenzaba a sonar la música. Acompañado de una fuertísima ovación, hacía acto de presencia este gran artista.
Para que mentir, no tenía muchas ganas de ir a ese concierto, pero oye, la curiosidad me pudo y no tengo más que buenos adjetivos para describir el impresionante espectáculo que nos dio este hombre la pasada noche.
La plaza de toros estaba casi llena, hacía muchísimo tiempo que no veía a tanta gente disfrutando de esa manera, coreaban hasta dejarse la voz, lo daban todo. Yo estaba en la zona más alta de nuestra Plaza de Toros y desde ahí podía observar como el público, de todo tipo de edades, bailaba y cantaba. Cada uno se imaginaba en su pequeño universo y daba igual lo que el resto pensara, la cuestión era pasárselo en grande. Diría yo que había demasiado buen rollo ahí abajo. ¡Hasta las azoteas de los edificios cercanos estaban llenas!
Pero al tema. Fue impresionante. Ahí estaba Miguel, presentándonos su último disco “AMO” con canciones que sonaron de lujo como “Libre ya de amores”, que personalmente me encantó, o “Amo”, entre muchas otras y algunos de sus temas más clásicos como “Como un lobo”, “Amante bandido”, “Te amaré” o “Morenamia”.
Ayudándose de grandes pantallas y sus compañeros, nos regalaron una noche mágica. Una gran puesta en escena, imágenes en 3D, las pantallas se movían por el escenario en cada uno de sus temas que además, junto con el juego de luces hizo que cada canción fuera única.
El concierto acabó alargándose más de lo esperado, sus fans necesitaban más y así se lo hicieron saber, gracias a su insistencia consiguieron un par de bises y todos se acabaron más que satisfechos aquella noche. Fue tal el cariño que sus seguidores le mostraron que casi pudimos ver a un Miguel Bose emocionado al final de su show. Una larga despedida y unas palabras de agradecimiento sirvieron para cerrar la noche. Me proclamo fan de este hombre, esa noche salí con una imagen suya totalmente diferente a la que ya tenía.
Fotografía: Axel Marcos (El Extranjero)