Soy albaceteño y alicantino a tiempo parcial. Mis padres me apuntaron a clases de solfeo hace 14 años, casualmente el mismo tiempo que mis vecinos llevan sin hablarme. Hoy toco el trombón, la batería, la guitarra y el piano y me apasiona escuchar, descubrir, crear y compartir música con los que me rodean. Música Zero me dio la oportunidad de unir esta pasión a la escritura y, con ello, la de compartir con vosotros.
Se augura una década musical plagada de vientos. Y no de vientos de 100 kilómetros por hora ni de los que maltratan nuestros paraguas en días nublados. Hablo de vientos metales y vientos maderas: trompetas, trombones, saxofones, armónicas y tantos otros especímenes de estas familias. Antecedentes Lejos quedan ya los setups clásicos del pop-rock –…