Era una de esas noches en las que entras con miedo a la sala Marearock, porque sabes que va a estar a reventar. Y efectivamente, sabiendo los grupos que venían, los alicantinos no quisieron quedarse en su casa. Convenciéndome de que el aire en realidad está sobrevalorado, me lancé de cabeza a comenzar la noche.
Primer asalto, los chicos de El Kamión de la Basura, una mezcla ecléctica de ritmos latinos, reggae, ska y camisas de flores. Una fusión de ritmos imparables que tuvieron a toda la sala bailando de principio a fin. Y no es para menos. Este grupo tiene ya un largo recorrido por salas y fiestas, llevando el buen rollo allá a donde van con temas como “Calzoncillos nuevos”, “Vendaval” o una estupenda versión del “Three Little birds”. Además esta vez vinieron armados con un arsenal nuevo. Y es que estos chicos han sacado nuevo disco.
El concepto de su nuevo trabajo, “Préndelo”, está centrado, tal y como nos cuentan en su web “en la metáfora del fuego como reflejo de las sensaciones, motivaciones, sentimientos y energías que nos recorren y empujan”. He querido ponerlo tal cual porque me parece una forma preciosa de describir la base creativa de un disco, que a veces nos olvidamos que detrás de unas buenas canciones puede haber algo más. Los chicos de El Kamión nos presentaron este potente trabajo leyendo un fragmento del famoso poema de Eduardo Galeano:
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Mi momento favorito del concierto sin duda fue cuando tocaron el tema que compuso su guitarrista estando en Tenerife, “El Mencey”, que nos dejó a todos con ganas de irnos pa una rama a hacer el chimpancé.
Caras maquilladas, instrumentos en mano y voces bien altas, subieron por fin al escenario Mafalda. El grupo, potente de principio a fin con su música combativa, mezcla de rock, ska, metal e incluso reggae, tuvo a la toda la sala en movimiento todo lo que duró su concierto. De verdad que vi formarse los pogos más grandes que había visto hasta ese día, y eso ya es decir…
Me sorprendió como cada vez que los veo, la versatilidad de la voz del cantante, que tal cual te pasa de un gutural al más estilo metal a una voz suave tirando a pop a un puro reggae, e igual todo en un minuto. Y la combinación de las tres voces, las dos chicas y el chaval, que da mucha potencia a todas sus letras. Pese a su juventud, son un grupo con muchísima presencia en el escenario y mucha calidad técnica. Son talento mezclado con rabia.
Tuvimos la suerte y el honor de ver a este grupazo en su primer concierto de la gira de presentación de su nuevo disco, “La última vez que te escucho”. Empezaron muy fuerte, haciendo que el público se enredase en pogos desde el primer minuto pesa a los problemas técnicos que tuvieron. Ellos lo achacaron a la falta de ensayo, nosotros a que tanta calidad no cabe en un escenario (yeah!). Su nuevo disco está plagado de temas muy potentes que tuvimos la suerte de escuchar, y para sorpresa de los valencianos, cantar a pleno pulmón, como “Bam Bam”, “Su ley”, “La llorona” o “Agua negra”. Después del concierto los valencianos nos confesaron que pensaban que nadie se sabría las letras, ya que el disco tiene poco tiempo, pero los fans no decepcionamos e íbamos con la lección bien estudiadita. Además, nos deleitaron con temas, ya clásicos, como su espectacular “En guerra”, un grito al feminismo.
De Mafalda nos encanta ya no sólo su música, sino toda su ideología que no se molestan en esconder, sino que la lanzan a los cuatro vientos con un grito que parece decir “aquí estoy yo, y no me van a mover”. Estos chicos tienen muy claro que la música es el instrumento perfecto para difundir un mensaje, y lo hacen de la mejor manera.
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PD: Nos disculpamos ante nuestros lectores, seguidores y miembros de los grupos por la falta de una galería fotográfica, pero tuvimos la mala suerte de que a nuestro fotógrafo tuvo un accidente a la salida del concierto y perdió todo el material obtenido durante el concierto. Muchas gracias de verdad a nuestro compañero Juan Carlos Puig de la agencia Albasid que nos han cedido las fotografías para esta crónica.