Carne y hueso (y mucha alma)
Dicen que la música es el alimento del alma. Iratxo presentó «Hueso y Carne» en el MareaRock, con mucha alma. Llegó, se quito las zapatillas, se puso cómodo y empezó a fluir.
Nos informó de su corte de pelo sin rastas. Cuando pones el corazón en las canciones, las tratas con cariño, y mucho respeto, es cuando dejas de ser músico y empiezas a ser un gran artista. La voz rota, llena de furia y vida. Como Iratxo dijo, España se resume en fútbol y política. Entre pájaros en su cabeza, dolores de pecho y con ganas de ser fiel a las ideas. Sus temas me hicieron pensar, recordar besos y lágrimas que hace tiempo se secaron. Entre mi corazón y la razón.
Dedicó una canción a la violencia patriarcal, por la lucha del machista y del hembrismo (sigue haciendo falta mucho amor). Aún quedan muchas noches que pasar y no querer despertar. Durante el concierto perdí la noción del tiempo y la razón, simplemente fui feliz. No existía nada fuera del MareaRock. Si existiera la magia sería algo parecido a lo que hace Iratxo en el acústico.
Adrián, del grupo Malonda, nos regalo un par de temas de su repertorio. No creo poder explicar la sensación de estar del concierto, y mucho menos con un par de palabras bien intencionadas. A excepción de un problema en la última canción, que en lo único que repercutió fue en que Iratxo se dejara la voz. Un gran amigo, un gran músico y una gran persona. La mejor definición de esa noche fue una sonrisa en mi rostro y en el de todos los asistentes.
Setlist
- Gracias por haber cantado
- Barro seco
- Hueso y carne
- Nana
- Madera de olivo
- Tu bufón
- Huele a hierba
- Muro de recuerdos
- Latidos contados
- Podar el rosal
- Tu silencio
- Sangre Azul
- Si tú supieras
- Ladrando a la pared
- No me da la gana
- Ciego
- El aire que da la vida (bis)