Llegamos bastante tempranito a San Juan el 9 de octubre, el día de la Comunidad Valenciana y de los valencianos. Un día de celebración y fiesta, y por supuesto, de polémica. Unos días antes del concierto, la polémica se desató en el pequeño pueblo de San Juan por varias razones. Una, por los grupos que asistían, a los que tacharon de “independentistas violentos y radicales” o de querer “quemar a los Borbones”. Al parecer se piensan que, con el hipnótico efecto de esas letras al más puro estilo de los cantos de sirena, todos nos vamos a ver obligados a quemar contenedores, banderas y diversos miembros de la familia real sólo por gusto, o a caer en la barbarie anarquista (y separatista) más absurda.
La otra razón la encontramos en el cartel con el que se publicitaron los actos y actividades de esta festividad, en el que se refieren al 9 de octubre como el “Dia del país Valencià”. Algunos se tomaron esto como una provocación y como un apoyo inconfundible a la causa independentista.
Así que al fin y al cabo, toda la polémica radica en el espinoso asunto del independentismo, tan candente y delicado hoy en día, que sólo con nombrarlo ya les empiezan a escocer las ampollas a más de uno. Podéis leer más sobre el tema aquí y aquí.
Pero en fin, nosotros a lo nuestro. Allá que llegamos a la plaza L’Ordana. Todo estaba bastante bien organizado. La barra, en la que se ofrecían cervezas acompañadas de pinchos, hacía que el ambiente fuera un poco más familiar y tradicional, con ese típico trasfondo de fiesta de pueblo (que al fin y al cabo es lo que era).
El concierto comenzó (una horita tarde) con los Kontaminació Akústika al frente, dando así por inaugurada esta noche de reivindicaciones. Este grupo joven, que reúne a un montón de personajes de la provincia, comenzó a mover al público, que aún estaba medio dormido, con su sonido mezcla ska valenciano acompañado de dolçainas, tocando temas como “El Caminant i el mur», o “Fem memoria”. Como siempre, hubo momentos para las reivindicaciones, y aparte de recordar aquel accidente ocurrido en Ibi en 1968 con su tema “Mirafé 68’”, aprovecharon para afirmar su solidaridad con los refugiados sirios, con los inmigrantes que sufren en Melilla, y, en un emotivo gesto, para recordar al recientemente fallecido y defensor de la lengua valenciana Miquel Albero.
A continuación llegaron los de El Diluvi, con una nueva incorporación sustituyendo al anterior acordeonista y cantante (y antiguo profesor mío) Tòfol. Como siempre, dieron rienda suelta a su mestissatge mediterrani de sonido folk tradicional de letras optimistas. Hicieron su habitual homenaje al conocido cantante Ovidi Montllor con una versión del “Va com va”, que realmente queda estupenda con la voz dulce pero a la vez fuerte y segura de la cantante. Aprovecharon su tiempo en el escenario para defender la identidad lingüística de la comunitat.
Y ya por último se subieron al escenario los jóvenes Auxili, al ritmo del tema que lleva su nombre. Personalmente, ese primer riff de “Auxili” me encanta. Aquí el público ya estaba completamente entregado a ese reggae tan personal, que invita a moverse y a disfrutar. Su sonido, como ya dijimos, tiene mucho carácter y esencia, y lo volvieron a demostrar esta noche, tocando prácticamente todos los temas de su disco, Dolç Atac. Canciones como “Rude Girl” , “Clax sound” o “Crèixer junts” nos llenaron de ritmo y buen rollo para terminar una estupenda noche dedicada a los valencianos y a la lengua.
Y, créanlo o no, sorprendentemente no nos vimos incitados a quemar ningún contenedor, a lanzar piedras a la policía o a crear el caos anárquico dejando de lado las leyes y la moral, y nos fuimos todos a casa igual de tranquilos que como habíamos llegado, pero con muchísimo mejor rollo.
Como siempre, podéis ver las demás fotos del concierto en la galería haciendo clic aquí.