Crónica y fotos: Pedro Gardner
Inauguramos la sección Retrocrónica en MúsicaZero en la cual comentaremos conciertos con más de un año de antigüedad con el propósito de despertar la nostalgia de quienes asistieron o la curiosidad de quienes se lo perdieron.
En este caso, he aquí la crónica del concierto en la Volvo de Alicante hace casi dos años organizado por la emisora Rock FM.
En tiempos en que la música en directo sufre peligro de extinción, te encuentras multitudinarios conciertos como el del sábado 15 de junio de 2013 en el que descargaban:
Garra: Banda telonera de Heavy Metal, ganadores del concurso de Rock FM.
We will Rock you: Tributo a Queen con unos impresionantes músicos y grandes colaboraciones como fue el caso de Carlos Tarque de M-Clan (que habían tocado la noche anterior en el mismo escenario y recinto) o Belén Arjona.
De cara a las hogueras de Alicante (Fogueres de Sant Joan, en valenciano, como se dice aquí) y aprovechando el buen tiempo, surgió este concierto organizado por la emisora Rock FM al que solamente se podía asistir con invitación, en un recinto con aforo ni más ni menos que de 10.000 personas. En la Volvo del Puerto de Alicante, pasando el Hotel Meliá, encontramos dicho recinto rodeado de mar casi en su totalidad. Allí, como ya digo, encontramos un recinto vallado y con un gran escenario (además de sus barras y sus puestos independientes para cenar) en el que caben 10.000 personas, todas ellas únicamente pudiendo asistir a través de invitación. Casi nada.
Con una hora de retraso y con poco más de la mitad de aforo, comenzó la banda que abriría la noche: los jóvenes Garra, ganadores del concurso de Rock FM. Y es que la hora prevista desde un principio, las 21:00h, finalmente se retrasó a las diez de la noche, pero se podía contemplar todavía algo de claridad por el horizonte.
Garra subieron al escenario con ganas de comerse al público e ilusionados por tocar ante tantísima gente. También algo nerviosillos, todo sea dicho. Pero teniendo en cuenta que pasan de tocar ante audiencias de 300 personas como mucho, a tocar ante 10.000 personas que van a verte y a escucharte, y muchos medios de comunicación que se van a hacer eco de lo que es Garra, es normal que los pequeños nervios antes de salir sean inevitables.
Vidas Perdidas fue el tema con el que arrancaron su concierto, de la misma manera que arranca su reciente EP, con un sonido que mejoraba dependiendo de la lejanía o cercanía que se estuviera del escenario.
Garra tocaron con mucha fuerza dándolo todo y demostrando por qué han conseguido ganar el concurso. Una banda de puro Heavy Metal, incluso rozando el Speed Metal en algunas ocasiones (es decir, el género metalero que suele caracterizarse por la rapidez dentro del Heavy. Cuestión de etiquetas). Se nos hace raro ver que el público que predominaba no era tampoco el que había visto a Garra con anterioridad. Mientras descargaban, solamente sus seguidores eran los encargados de levantar los brazos y moverse al ritmo de la música, mientras que el resto (un público entre 30-40 e incluso 50 años, camiseado y con el pelo lleno de gomina) yacía cruzado de brazos viendo el concierto y escuchándose comentarios de todo tipo:
¡Pues no tocan mal!
Lo hacen bien, sí.
No los conocía y me están gustando.
A ver si terminan ya.
¿Bebiendo agua? Pues menudos heavies.
En fin, comentarios desde mil puntos de vista.
Otro de los grandes puntazos de la noche fue, sin duda, la primera versión que Garra interpretó: Acero y Sangre de Muro. Los que estamos más acostumbrados a ir a conciertos del estilo no nos sorprende, pero pongámonos en la situación de estar tocando ante casi 10.000 personas invitadas por la emisora Rock FM (es decir, de la COPE) para ver gratuitamente un tributo de una de las bandas más grandes de la historia de la música como es Queen, y que antes descargue un grupo de puro Heavy Metal dando mucha caña. No vi a nadie asustarse, desde luego. Pero más de uno fliparía.
Otro punto a favor fue poder ver ya en aquel instante a dos generaciones viendo a Garra: papis con sus niños por allí, disfrutando del concierto mientras esperaban a que comenzara el tributo.
Volviendo al concierto en sí del grupo, tocaron prácticamente todo su EP con algún tema que no ha cabido en el mismo y que esperamos que incluyan en su LP, como es el caso de Señor de los Sueños o la canción que da nombre al grupo: Garra.
Tras finalizar el show con el mítico himno de rock duro de los años ochenta, Los Rockeros van al Infierno de Barón Rojo se despiden no sin antes siéndoles entregada una pequeña estatuilla a modo de homenaje por haber participado en el concurso.
Sin mucho tiempo de espera entre grupo y grupo, comenzó el tributo a Queen, ¡y menudo tributo!
Desconozco si se trataba de una desconocida banda que solía dar conciertos para homenajear a la reina o, por el contrario, fueron músicos contratados para juntarse para la ocasión. De igual forma, se marcaron todos y cada uno de los Greatests Hits de Queen, con un cantante con un chorro de voz impresionante, a pesar de no poseer el timbre de Freddie (si es que alguien en este planeta lo posee).
Mención especial a las colaboraciones de la noche: Belén Arjona interpretó su Somebody to Love increíblemente bien. No se puede negar que tiene una gran y trabajada voz que demostró encima del escenario ante la expectante multitud, que evidentemente estaba mucho más animada que con Garra.
Mencionar también alguno de los temas de la reina que también pudimos disfrutar, entre otros: Don’t stop me now, Another one bites the dust, I want to break free y, como no, We are the champions. Mencionar también a Carlos Tarque de M-Clan que salió a colaborar de la misma manera que Belén Arjona en el transcurso del concierto.
No faltó tampoco otro himno que, ya no sólo de la banda ni del rock, sino de la historia de la música y de la cultura general: The show must go on, vitoreada y aclamada por el público al oír los primeros acordes con el teclado.
Con el transcurso del concierto, evidentemente, el aforo fue vaciándose. Estamos hablando de un público posiblemente no acostumbrado a ir a conciertos o a salir, otros también con niños cansados después de tanto tiempo de pie (además de las tardías horas) o, simplemente, con ganas de ir al barrio de fiesta después de haber visto la mitad del concierto. Recordemos que se asistía únicamente con invitación. Es evidente que ha sido una inteligente manera de llenar un concierto tributo a Queen en tal recinto y recuperar el dinero invertido tanto con los patrocinadores del evento (como el caso de Amstel) como con el dinero de la barra.
Ya con la mitad de aforo, pero con unas 5000 personas aun disfrutando del concierto, pudimos oír los primeros bises. El primero, sin duda, uno de mis temas favoritos de Queen: Tie your mother down, presentada por el mismo cantante como una canción más cañera, notándose la diferencia en los primeros acordes. Y, para finalizar el concierto, otro himno de la cultura general: We will Rock you, haciendo homenaje a los músicos que se habían juntado encima del escenario y a la famosa emisora de rock ya mencionada.
En definitiva, una noche para recordar en la ciudad debido al buen tiempo, las hogueras en la vuelta de la esquina y el buen ambiente que se respiraba en el concierto. Un público posiblemente no habitual en shows en directo pero que igualmente disfrutó.
¿Hay que poner invitaciones para poder atraer gente a la música en directo, como en esta ocasión? Parece ser que sí. Si nos lo planeamos de otra forma, imaginémonos que le ponemos precio a la entrada del concierto. Por ejemplo, 15 euros: ¿cuánta gente hubiera venido? Cada uno que responda por sí mismo.