La decimoséptima edición del festival Aupa Lumbreiras ha tenido lugar este último fin de semana en la localidad de Villena (Alicante), en el mismo recinto en el que recientemente también se ha celebrado el Leyendas del Rock, ya que es la misma empresa, Sufriendo & Gozando, quien se ha encargado de organizar ambos. El miércoles anterior al Aupa Lumbreiras, también tocó la conocida banda Extremoduro, aprovechando las estructuras ya montadas y descampado para que la gente acampe. Y sí, descampado para acampar. Nada de zona de acampada como habitúan a poner en los carteles de estos festivales, ya que no era más que una explanada de tierra y piedra donde pegaba el sol, se levantaba tierra, no había ni un árbol y por la noche el frío era horrible, cual desierto.
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Pasando a comentar el recinto en sí, se trataba ni más ni menos que de un gran polideportivo al aire libre. Mientras que los conciertos del escenario pequeño, denominado Maneras de vivir, se desarrollaban en un campo de fútbol sala al aire libre pero cubierto, el resto de conciertos se desarrollaban en una verde llanura (que poco quedaba de verde). Estos últimos conciertos mencionados se hicieron en dos escenarios: el escenario Aupa Lumbreiras y Villena, donde tocaron todos los grupos grandes y más conocidos, dejando el escenario Maneras de vivir, más apartado y pequeño, para los noveles.
En cuanto a los grupos en sí, podías encontrar desde grupos de ska, rock, punk e incluso metal.
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El jueves día 14 comenzó esta nueva edición del festival, la tercera en Villena (la primera fue en 2012). Como comentaba antes, el día anterior habían pisado el escenario Aupa Lumbreiras los extremeños Extremoduro. Sumado al festival Leyendas del Rock el fin de semana anterior, en el recinto apenas quedaba césped verde en pie. La primera mitad del denominado recinto verde era césped seco al que se le estaba yendo el color verde, al contrario de la segunda mitad, en la que todavía quedaba. Éste mismo día, los allí asistentes, aprovechando la sombra y resguardándonos del sol, pero en un ambiente totalmente festivo y enérgico, vimos a La gossa sorda, banda alicantina punk, que mezcla estilos tan diversos como el ska, el reggae y el rock. Muy queridos y entregados, el público coreó muchas de sus canciones, como fue el caso de Camalls mullats, en que los estribillos, prácticamente, los cantó el público en su totalidad.
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Al mismo tiempo, otra muchedumbre más repartida escuchaba el concierto desde la carpa de la barra o desde el mercadillo en el interior del festival, que quedaban a la izquierda y derecha, respectivamente. Cabe decir que los precios de la barra eran decentes para lo que se llega a ver en otros festivales (cinco euros el mini de kalimotxo o cerveza, o un euro la botella de agua) y en el mercadillo encontrabas rarezas y chollos, tanto en camisetas reivindicativas y de grupos, como en parches, banderas, etc. Por lo general, en merchan.
EUKZ, o también conocidos como El último ke zierre, tocaron después. También queridos y coreados, tocaron temas como Hachís, con el cual arrancaron su concierto, además de Tu me vizias, Soldadito español, o la conocida y coreada en el Aupa, Tus bragas.
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El festival avanzó y disfrutamos seguidamente de Poncho K, quien interpretó temas como Punki gitano o Borracho de madrugá, Albert Pla, quien tocó temas como Carta al rey Melchor, Pepe Botika (cuyo concierto arrancó) o El lado más bestia de la vida, y de Rosendo, interpretando uno de sus conciertos más habituales, en que gran parte del público se encuentra quiero, de brazos cruzados (e incluso daba la sensación de aburrido) en las canciones de sus últimos discos, hasta que el rockero de Carabanchel comienza a tocar sus temas clásicos, tanto de Leño como de sus primeros discos. Esto ocurrió al interpretar Sorprendente (del último disco de Leño) o Y dale!, de su primer disco en solitario. Por supuesto, cabe mencionar la ovación general y el enorme vocerío que se creó en el público del Aupa al finalizar su show con Maneras de vivir, de manera similar al instante en que tocó Masculino singular. Un clásico de los festivales de rock urbano y reivindicativo.
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Al instante, los sevillanos Reincidentes salieron al escenario. También queridos y coreados en sus temas más conocidos, interpretaron temas como Aprendiendo a luchar, Vicio, La infancia en un cargador o Ay Dolores para finalizar con la también coreada y conocida Jartos de aguantar.
Después vino el turno de Porretas, de los cuales vimos temas como Hortaleza, Marihuana, Aún arde Madrid, La del fútbol o Porretas, mientras que nos desplazábamos al escenario Maneras de vivir (el escenario pequeño) para ver a los también madrileños No konforme, que tocaban a la vez que Porretas e interpretaron temas como Stop Deshaucios, Tribunal o Bala perdida. Banda de punk rock cuyo público se encontraba esparcido por toda la pista de fútbol sala y otra muchedumbre se encontraba sentada en las gradas de la izquierda, descansando después de todo un día de pie. Daba la sensación de encontrarse el lugar lleno gracias a que, como decía, la multitud se encontraba esparcida y no junta como ocurría en los escenarios grandes. Pero bueno, es lo que tiene tocar a la vez que un grupo grande como Porretas, y encontrarse el escenario pequeño más apartado.
