Y así, en el escenario, rodeados de amigos, se acaban 13 años de música alicantina, de punk- rock mezclado con gaitas y flautas, de 4 discos y sobre todo de música.
Konsumo Respeto se despidió el día 23 de de marzo en la Sala Mulligans. Con entradas agotadas desde horas antes de que se abrieran las puertas para despedir a la que ha sido una de las bandas alicantinas más internacionales y una de las primeras españolas en distribuir sus discos gratuitamente en Internet.
Y así empezó el concierto, un escenario vacío que se llena de color, de guitarras, de gaitas y de una camiseta del Hércules, recuerdo de un grupo vinculado a Alicante, y con el que muere un pedacito de ciudad. Quien soy yo una de las primeras canciones de este grupo, abrió el espectáculo y levantó a un público que no quería perderse ni un acorde de este concierto de despedida.
Desde Mil lagrimas, Un par de Alas o Después. 13 años y cuatro discos, decenas de canciones que recordaron la trayectoria de este grupo, tan coreadas que las voces del público taparon la de Jorge, cantante de la formación, en algunas de las canciones más emblemáticas de la banda.
Sobre el escenario un grupo que no paró de cambiar, antiguos componentes de la banda, colaboradores, miembros de otros grupos de la ciudad, y amigos se unieron para cantar, hacer coros, animar o simplemente disfrutar con Konsumo su último concierto.
Con un “¡Hasta siempre!” se despedía Konsumo Respeto. Herida de Guerra, canción que les dio a conocer hacía saltar por última vez a las más de doscientas personas de la sala. Compartiendo escenario Ambiguos, Furia Urbana y muchos de los que han acompañado a Konsumo en sus 13 años de música. El final de un concierto, el final de una carrera que deja a Alicante un poco más vacía de música.
Teresa Compañy