EI + DRUEIDA + CAIN’S DINASTY = combinación perfecta
Eran las ocho menos veinte cuando llegamos a Las Cigarreras, nubes negras cubrían el cielo y de repente, un aullido… bueno, más bien yo, hecha un manojo de nervios, bajando las escaleras y dándome cuenta de que debería haberme vestido de negro en lugar de ponerme mi chaqueta amarilla, porque cantaba a la legua que…