Hay una frase que últimamente ronroneo en mi cabeza y me hace pensar mucho. «Cambiaria todo lo dije por cosas que si pensé». Pues sinceramente esa frase me repatea mis oídos, porque es cierta y duele. Me duele tanto que me siento extraído del mundo.
Muchas veces decimos y hacemos cosas que no sentimos realmente. ¿Sabes porque nos equivocamos? Porque somos humanos. Todos los músicos han dicho en algún momento de su vida «Yo no me vendo». Pocos son los que dicen NO a un cheque en blanco y mucho menos a una gran discográfica.
Ahora con la mente abierta y los auriculares al mínimo puede decir que hay que ponerse en la piel de los demás. No juzgues y no te juzgaran o algo así decía la biblia. La música ya no sabe a música y amor ya no sabe a amor. Voy a poner un ejemplo de justicia y otro de realidad.
-La justicia dice «Todos merecemos una segunda oportunidad» pero la realidad dice «No hay justicia sin igualdad». Todos somos buenos y malos, todos nos equivocamos. «Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra» esa frase tan religiosa puede que no tenga sentido actualmente. Desde mi perspectiva de humanista secular creo que pocas personas dan una segunda oportunidad y muchas son las que tirarían la piedra.
Yo amo la música porque cuando me faltaron palabras para poder expresarme siempre encontré a alguien que pudo hacerlo por mí con la música. Todos somos muy correctos cuando tenemos que hablar de defensa de animales y se hacen canciones para Haití. Pero cuantos de los que salen en esa canción fueron a ensuciarse las manos. No se equivoquen es puro marketing.
En conclusión. No hay una verdad absoluta, todos hablamos demás y sobre todo de ética, pero pocos somos los que la ponemos en práctica. Podemos equivocarnos, pero no tenemos porque aguantar que nos juzguen por el pasado. Porque para pasar página necesitas obtener el perdón (Por lo menos el propio).
Ahora lanzo una pregunta ¿Te has equivocado alguna vez? ¿Te han juzgado? ¿Tienes derecho a juzgar a los demás como lo hicieron contigo?
Todos merecemos el perdón si aceptamos el castigo